Para algunos ha sido "la novela hispanoamericana del XX" y para otros "la literatura española de los 60". El caso es que para casi todos los estudiantes que se han presentado al primer examen de Selectividad en la Universidad Autónoma de Madrid "han puesto la pregunta que no iba a caer".
En el tren de Cercanías que lleva a la estación Cantoblanco-Universidad el tema de conversación no era ni las elecciones europeas ni el repentino frío que azota la ciudad, sino las preguntas sobre sintaxis, las fechas clave de la Restauración y las lucubraciones sobre la temida pregunta de literatura.
Más de 23.000 alumnos madrileños de secundaria se dirigían a las diferentes universidades para enfrentarse a la Selectividad, una prueba de acceso de tres días en los que "se ponen muy nerviosos, aunque no tienen nada que temer", explica Juan Alberto Sigüenza, vicerrector de estudiantes de la Autónoma.
Él ha vivido ya "unas cuantas Selectividades" y sabe que casi todos los años aprueba casi el 90% de los que se presentan, lo que demuestra que una gran mayoría "llegará sin problemas a la universidad".
No piensan lo mismo los estudiantes, que si bien conocen las estadísticas de otro años, también aseguran que "alguien tiene que estar en ese 10% que no pasa" y, sobre todo, apuntan que "más que aprobar, lo que pone nervioso es no llegar a la nota de corte".
Las notas de acceso
Es el caso de Patricia, que minutos antes de entrar al examen recibía el apoyo de sus compañeras por un "momento de histeria" que sufrió al pensar que tal vez no le llega la nota para acceder a la que carrera con la que sueña desde pequeña: Medicina.
Pero los hay también que están muy tranquilos, son los "suertudos", como los llama Patricia, los que sólo necesitan un 5 para acceder a la carrera que quieren.
"Las carreras más demandadas son las relacionadas con las ciencias de la salud", apunta el vicerrector de estudiantes, "aunque Derecho, ADE y Publicidad cada vez son más demandadas".
Poco se debate sobre el Plan de Bolonia, ya que, según cuentan los pre-universitarios "no hay mucha información sobre el tema" a pesar de que serán ellos los que seguramente vivan los primeros años del proyecto europeo.
La cuenta atrás
Alejandro, el primero en salir del examen, ya tiene cara de aliviado, aunque el de Lengua y Literatura no era el que más le preocupaba, sino el de Física y Química en el que espera que le toque sentarse "al lado de alguien que haya estudiado" más que él.
En cualquier caso, haber hecho ya el primer examen "relaja", no sólo porque significa que "queda uno menos" sino también porque, pasado el protocolo de la "llamada por nombre y apellido" y visto que las preguntas "no son imposibles" se hace más fácil pensar que "sólo es un examen más".
La universidad y el futuro profesional es lo que todos tienen en la cabeza, aunque en momentos como estos "es difícil hablar de ello" porque todavía "está todo muy en el aire".
Así lo asegura Belén, que necesita una nota alta para entrar en Arquitectura pero que, por suerte para ella, intuía que este año entraría en el examen de Lengua "esa pregunta que todo el mundo creía que no iba a caer" y al final la ha "bordado".