Dulces, jugosas y símbolo indiscutible de la primavera, las fresas conquistan cada año las mesas cuando llega el buen tiempo. Pero hay un truco casi desconocido que puede elevar su sabor al siguiente nivel con apenas un gesto. Y no, no tiene que ver con el azúcar ni con la nata. El secreto está en un ingrediente tan inesperado como accesible: el vinagre.
Aunque parezca extraño, añadir unas gotas de vinagre a las fresas antes de comerlas intensifica su dulzura natural y aporta una complejidad sorprendente al paladar. La acidez actúa como potenciador de sabor, equilibrando los matices y despertando los aromas de la fruta.
El chef español José Andrés, referente mundial de la cocina y defensor de los sabores auténticos, ha compartido este truco en más de una ocasión. "Es un gesto mínimo, pero cambia todo", ha dicho al referirse a este pequeño secreto de cocina. Su recomendación: usar vinagre de calidad y no pasarse con la cantidad. "Lo importante es que no lo domine, sino que lo despierte", ha añadido en una entrevista reciente.
Paso a paso
El truco es simple: lava las fresas, córtalas si lo deseas, y añade unas gotas de vinagre (puede ser balsámico, de manzana o de vino tinto). Luego déjalas reposar unos minutos. El resultado es una fruta más intensa, más expresiva, con una acidez equilibrada que realza sus notas dulces.
@chefjoseandres Have you ever peeled a #strawberry? Trust me people…this is the way to experience one of the best #berries ? original sound - José Andrés
A tener en cuenta
Esta técnica no solo ha convencido a chefs, sino también a nutricionistas, que ven con buenos ojos sustituir el azúcar por este ingrediente natural y bajo en calorías. Además, el vinagre tiene beneficios digestivos y antioxidantes, lo que convierte esta combinación en una opción tan sabrosa como saludable.
Y si quieres ir más allá, puedes integrar esta mezcla en ensaladas con queso fresco, en tostas o incluso en postres ligeros con yogur.
Porque a veces no hace falta hacer mucho para conseguir un plato memorable. Y como dice José Andrés, "lo pequeño, si está bien hecho, puede ser lo más poderoso".
