La aparición de las primeras canas puede ser para muchas personas un golpe duro y los motivos no siempre tienen que ver con la edad: el factor genético, la deficiencia de nutrientes como la vitamina B12, el cobre o el hierro, y hasta el estrés pueden ser determinantes para que comience ese emblanquecimiento del cabello.
A pesar de que muchos traten de luchar durante años, otros optan por lucirlo como un símbolo de elegancia, fuerza y estilo. Es por ello que la decisión de no teñirse esconde una profunda reflexión sobre el paso del tiempo y la madurez. Sin embargo, lo que sí hay que tener claro es que mantener este cabello presenta más desafíos, sobre todo pasados los meses de verano.
Los cuidados capilares son importantes durante todo el año, pero es septiembre un mes particularmente delicado. Este tipo de pelo es más áspero, quebradizo y seco por su mayor porosidad, lo que hace que sea especialmente sensible a factores ambientales propios del verano: la sal, el cloro y el sol.
Aunque durante todo el verano se haya tenido cuidado con el estado del pelo, es inevitable que esté algo más resentido y pueda parecer un tono más amarillento o dar un aspecto opaco y apagado. A esto se debe sumar que, si bien el verano ha terminado, la radicación UV siguen siendo muy intensa.
Lo bueno es que hay soluciones muy efectivas si se tiene constancia. Se trata de una rutina que combina un lavado simple, una hidratación ligera, una protección permanente y la nutrición para que ese cabello canoso esté sano y brillante.
"No se trata de cantidad, sino de constancia y buena selección de productos", apunta Claudia Bernárdez, CEO y directora de la unidad de tricología y trasplante capilar de la Clínica ABderma Madrid
Trucos para proteger el pelo
Hay que empezar por un correcto lavado del pelo. No hace falta ir a por un montón de productos para elaborar una complicada rutina, sino que lo básico muchas veces es lo mejor.
A la pregunta de ¿cuántas veces a la semana hay que lavarse el pelo? Todo dependerá del tipo de cuero cabelludo, que no de pelo, de la persona. "Lo correcto es lavarlo cada dos o tres días como mucho para evitar que se deposite grasa, pero también contaminación u otras sustancias", explica Bernárdez.
Teniendo eso en cuenta, con los cabellos canosos sería interesante añadir los conocidos como champús violetas para usar una vez por semana. Esto ayuda a neutralizar los tonos amarillos, restaurando la apariencia plateada y luminosa que caracteriza a las canas sanas.
Luego es importante usar una mascarilla hidratante ligera para combatir la sequedad y reforzar la fibra capilar. Se pueden usar mascarillas, leave in conditioners (acondicionadores sin enjuague) o incluso aceites esenciales como el de coco o argán.
La protección final
Es cierto que el verano ya casi ha pasado, pero no por ello hay que ignorar el daño que pueden hacer los rayos UV. Es crucial protegerse bien del sol y, aunque los sprays protectores de cabello son una opción interesante, se puede preparar un spray protector desde casa.
Lo único que hay que hacer es mezclar en un pulverizador agua con unas gotitas de aceite de coco o argán y un poco de gel de aloe vera. Cada vez que se salga de casa se puede echar un poco en el pelo y ya se está protegido contra la radiación UV, la contaminación o el viento seco.
Con este "pre-hidratado" se mantiene la fibra capilar hidratada y reduce la oxidación que provoca ese "amarilleo" del pelo.
Lo que hay que evitar
Como punto extra, se debe recordar aquellas cosas que son malas para el pelo.
- Agua muy caliente
- Champús agresivos con sulfatos
- El uso excesivo del secador
- Planchas del pelo
Si se ha llegado a un punto en el que resulta imposible recuperar ese pelo, muchas veces lo mejor es optar por un corte para sanear que contribuya a mantener todo el cabello.