La rutina definitiva que te salvará los días en los que has dormido poco: cinco gestos (y productos) para despertar tu piel en tiempo récord

1. Carolina Cuesta

15:53 - 24/07/2025

Dormir mal se nota, y mucho. Ojeras marcadas, piel apagada, mirada cabizbaja... La falta de sueño pasa factura, y suele dejar mella en forma de rostro cansado. Pero tranquila, no entres en pánico, con los trucos y productos adecuados, puedes disimular (casi perfectamente) esa noche en blanco y recuperar el efecto buena cara en cuestión de minutos.

Hay una rutina exprés que puede devolverte el 'glow' en cuestión de minutos. Y no lo decimos nosotras, lo dice una experta. "Lo primero y más importante es el masaje facial", asegura Miriam Llantada, asesora de imagen y maquilladora profesional. Según explica, la clave está en centrarte en la zona de los ojos, ya que es ahí donde más se nota el cansancio.

"La idea es trabajar el contorno de ojos, siempre sobre la piel limpia y sin maquillaje. Con movimientos suaves, elevamos ligeramente el párpado varias veces. Este gesto ayuda a tensar la zona en forma de media luna que suele notarse más caída cuando no hemos descansado bien", detalla la experta. ¿El resultado? Una mirada más despierta y lista para aplicar los productos de tu rutina diaria. Es lo que se conoce como 'lifting' de ojos.

Después de activar la mirada con este masaje exprés, llega el turno de los cosméticos que harán magia al instante para borrar los efectos de una mala noche. Porque sí, hay mañanas en las que ni el café da el empujón suficiente, pero estos cinco pasos te ayudarán a lucir (casi) como si acabaras de volver de vacaciones.

Lo primero es aplicar un contorno de ojos por todo el arco de la mirada. Este paso es clave para descongestionar la zona y aportar ese toque iluminador que buscamos. Ya te hablamos de los beneficios de la cafeína en los productos cosméticos, actúa casi al instante para reducir bolsas y ojeras, dejando la mirada mucho más fresca y despierta.

Después, no olvides aplicar tu fotoprotector de confianza (recuerda que el sol envejece y acelera la oxidación de la piel) sobre rostro y cuello. Una vez protegido, elige un iluminador en crema de textura ligera y aplícalo en el hueso de los pómulos, el arco de las cejas y el lagrimal para aportar un brillo natural que realce y refresque todo el contorno del rostro.

El toque final —y definitivo— lo aporta el deseado efecto 'sunkissed', clave para ese 'glow' de buena cara que buscamos. Para conseguirlo, elige un rubor en un tono que realce tu piel, sin pasarte, pero que aporte ese equilibrio perfecto de frescura y vitalidad… como si acabaras de volver de un paseo por la playa.