Siempre hemos escuchado que la manera en la que nos vestimos nos define. Y no es para menos. Al igual que el color, tiene un significado estrechamente vinculado con nuestras emociones, con estereotipos y prejuicios en determinadas ocasiones, y con rasgos de nuestra personalidad.
Aunque pueda parecer raro, sí. Y es que muchas personas en la actualidad eligen el negro teniendo en cuenta el color de sus ojos, el tono de su cabello o el diseño de sus uñas. Ahora bien, existen otras razones más profundas que, a la hora de llevar una prenda de esta tonalidad, se pretenden transmitir.
En profundidad
"El negro representa para muchas personas la fuerza, es decir, seriedad. Se trata de un tono fácilmente combinable, así que es normal que se recurra a él. De hecho, en una entrevista de trabajo aporta mucha formalidad", ha explicado la psicóloga Laura Ferreiro a 'ABC'.
Algo en lo que ha coincidido la psicóloga Maryfer Centeno. En su cuenta de TikTok ha revelado que se trata de un color muy cargado de poder y autoridad, pero también de vulnerabilidad. Es decir, no solo proyecta una imagen de fortaleza, sino que puede servir como una manera de proteger otros aspectos del carácter de la persona que lo lleva.
@maryfercentenom Vestirse de color negro #lenguajecorporal ? sonido original - Maryfer Centeno
A tener en cuenta
Históricamente, además, ha sido empleado como un símbolo de resistencia, sobre todo en contextos de desigualdad racial. Lejos de ser un color neutro, el negro tiene una profunda carga simbólica, más concretamente en sociedades marcadas por el colonialismo y la opresión.
En la cultura occidental, se ha relacionado en muchas ocasiones con el pecado o la muerte. O para representar un duelo o tristeza. También se vincula con la oscuridad y la noche, por lo que a veces se asocia con el peligro, con todo lo desconocido.
En publicidad se ha usado por algunas marcas de alta gama por su sobriedad y para representar la formalidad, la fuerza y la seriedad. En su lado más negativo, ha reflejado sentimientos como la ira, la agresión, la tristeza o el miedo. Con todo ello, hay que señalar que en función de nuestra personalidad, lo podemos percibir de un modo u otro.