Belleza

Las diferencias entre bañarse por la mañana y bañarse a la noche: cuáles son los beneficios de cada una

Bañarse cuando sea necesario para mantener una buena higiene es importante. Fuente: Pexels.

Muchos españoles y españolas no pueden pasar un solo día sin ducharse. A su juicio, además de ser un gran acto de higiene personal, elimina las células muertas de la piel y el exceso de bacterias que pueden crecer de forma indiscriminada sobre la superficie cutánea, se retira la transpiración y la grasa natural y es imprescindible para cuidar de la piel.

En profundidad

Pero, ¿es bueno ducharse todos los días? Cuando nos duchamos, la epidermis, que es la capa más externa de la piel, entra en contacto con el agua y el jabón. Y el uso constante de estos elementos destruye la barrera natural de la piel y, por tanto, su función protectora puede verse alterada.

Despejada esta incógnita, lo que verdaderamente se pregunta la sociedad de España, con el ritmo tan frenético de la vida cotidiana, es si es mejor ducharse por la mañana o por la noche. Pues bien, la realidad es que cada momento del día tiene sus aspectos positivos.

Comparación

Al parecer, empezar el día con una ducha matutina puede ser una excelente manera de despertar tanto el cuerpo como la mente. El agua fresca estimula la circulación, ayudando a despejar el cerebro y a estar más alerta. Por si esto fuera poco, también elimina las impurezas que se acumulan en la piel durante la noche, como el sudor o las células muertas.

En cambio, terminar el día con una ducha nocturna es muy beneficiosa para aquellos que buscan un sueño reparador. Y, si es caliente, puede ayudar a relajar los músculos tensos y a liberar el estrés acumulado. Esto no solo favorece la relajación, sino que también prepara el cuerpo para un descanso más profundo.

A tener en cuenta

Ante este panorama, estudios recientes como el llevado a cabo por la Clínica Cleveland sugieren que no existe un momento perfecto para ducharse, puesto que ambos horarios ofrecen beneficios equiparables.

De ahí que la elección del momento ideal dependerá en gran medida de nuestras necesidades individuales y estilo de vida. Es el caso de quienes buscan energía por la mañana, ya que lógicamente preferirán una ducha al despertar. Por el contrario, otros luchan por relajarse al final del día y pueden encontrar en la ducha nocturna una alternativa extraordinaria.

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