Política

Comienzan las quinielas en busca del sucesor del "desparecido" Solbes

Solbes está desaparecido de escena desde el pasado miércoles. Incomprensiblemente, la gran polémica sobre la posible entrada de Lukoil en la petrolera española Repsol, en que han intervenido prácticamente todos los actores de la política y de la economía, ha registrado la ausencia más absoluta de quien ostenta la responsabilidad económica en el Gobierno de la Nación. Precisamente ahora se habla de una posible remodelación del gobierno en abril.

Solbes, visiblemente aviejado y un tanto abrumado por la crisis que ha superado todas las expectativas, es un valor claramente amortizado. Pero todo indica que su relevo será utilizado estratégicamente para contribuir a la recuperación.

En otras palabras, lo lógico sería que Zapatero agotase a su responsable económico en la gestión de la gran adversidad y hasta, al menos, llegar al fondo del pozo para proceder en ese momento al relevo. De este modo, la designación de un personaje nuevo e incontaminado sería un factor más de activación de la fase ascendente del ciclo, que en el mejor de los casos arrancaría en el segundo semestre de 2009.

Cómo interpretar su silencio

El que Solbes se mantenga o no hasta entonces dependerá de su disposición para seguir poniendo rostro a la crisis, que ha producido ya un desbordamiento de su Departamento: si los presupuestos habían quedado superados cuando el proyecto llegó al Congreso, ya puede asegurarse que cuando se aprueben no guardarán la menor relación con la realidad. En todo caso, el actual silencio es difícil de interpretar ya que no hay filtraciones que iluminen el impasse: también podría deberse a la conveniencia de guardar una voz autorizada que ponga fin al debate de Lukoil en un sentido o en otro.

Probablemente, en sentido negativo ya que no parece que Zapatero vaya a condescender con una operación sumamente polémica que tiene en contra al ala izquierda del PSOE, a la UGT, a González y a toda la oposición.

Quinielas en busca de su sucesor

De cualquier modo, han comenzado las especulaciones sobre la sucesión de Solbes. La lógica política más evidente apuntaba a Miguel Sebastián como sucesor natural, pero este polémico personaje, amigo de Zapatero, que ya cosechó un abultadísimo rechazo al competir con Gallardón por la alcaldía de Madrid, ha mostrado catastróficamente su endeblez al frente de la cartera de Industria. Su propuesta de regalar bombillas a los españoles ha sido causa de chirigotas crueles y el naufragio estrepitoso del Plan Vive ha terminado de enterrar su imagen.

Así las cosas, han circulado ya otros nombres. En fuentes socialistas se menciona a Jordi Sevilla, quien tras salir del Gobierno ha hecho buena pedagogía económica en la prensa. Y hoy mismo un periódico digital, recuerda el ascendiente que Luis Ángel Rojo tiene sobre Zapatero, por lo que también tendrían oportunidad los dos discípulos predilectos de éste, José Recio y Pepe Pérez. Recio, del equipo de Solchaga, fue consejero de Economía de la Junta de Andalucía; Pepe Pérez, consejero del propio Zapatero, pertenece también a la 'cuadra' del ex gobernador del Banco de España.

En cualquier caso, es notorio que el propio Zapatero ha optado por ponerse al frente de la política económica, que hoy ya no se limita a gestionar la ortodoxia sino que debe sobreponerse a la crisis con argumentos ideológicos. En definitiva, Zapatero se dispone a reactivar la economía por la doble vía de rebajar la presión fiscal e incrementar la inversión productiva, coordinadamente con el resto de Europa, en conexión con Washington y con cargo al déficit público. El vicepresidente económico -sea cual sea- será pues, en el inmediato futuro, el mero gestor de esta decisión.

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