San Salvador, 30 oct (EFE).- El Rey y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendieron hoy la voz de Iberoamérica para afrontar la crisis financiera internacional y recibieron el apoyo de los líderes iberoamericanos contra ETA después de que la banda terrorista perpetrara un nuevo atentado.
Don Juan Carlos y Zapatero intervinieron en la sesión plenaria de la XVIII Cumbre Iberoamericana y, en ambos casos, dedicaron sus primeras palabras a condenar el atentado de ETA que ha provocado diecisiete heridos tras la explosión de un coche bomba en el campus universitario de Pamplona.
El Rey expresó su "firme condena y repulsa" de la acción terrorista y trasladó su afecto y deseo de recuperación a los heridos, mientras que el presidente del Gobierno se mostró convencido de que "la máxima contundencia del Estado de Derecho y la unidad de los demócratas logrará acabar con esa lacra".
Unánime fue el respaldo de los jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la cumbre a la hora de apoyar a España en su lucha contra ETA, ya que casi todos dedicaron parte de su intervención a solidarizarse con las autoridades españolas.
El presidente de la Cumbre, el salvadoreño Elías Antonio Saca, expresó en nombre de todos ellos su solidaridad con España y reafirmó la voluntad de la región de luchar "contra este flagelo en todas sus formas y manifestaciones".
Además, anunció que habrá un comunicado oficial de la XVIII Cumbre Iberoamericana en el que se condenará el atentado de Pamplona.
El Rey y Zapatero dedicaron gran parte de sus palabras a la crisis financiera internacional.
Zapatero defendió un papel relevante de Iberoamérica ante una reforma del sistema financiero que considera imprescindible y ante la que pidió que se respete la nueva realidad geopolítica a la hora de decidir qué modificaciones hay que llevar a cabo.
No aludió explícitamente a la cumbre del G-20 en Washington prevista para el próximo 15 de noviembre ni a su deseo de que España esté presente en esa cita, pero sí defendió de forma general que se tenga en cuenta a Iberoamérica y a esa nueva "realidad geopolítica".
Ante la reforma prevista, recordó sus propuestas: redefinir el papel del Fondo Monetario Internacional para que intensifique su función preventiva, una mayor transparencia en los mercados, más coordinación de los supervisores nacionales e inyección de liquidez para impulsar la reactivación económica.
Por su parte, el Rey subrayó que las "graves turbulencias" que sufren los mercados financieros mundiales concentran la dedicación de autoridades, agentes económicos y sociales y "exigen reforzar la cooperación internacional".
Este contexto económico, a su juicio, "reclama más que nunca" la atención de la comunidad iberoamericana.
Don Juan Carlos y Zapatero destacaron la importancia de que la Cumbre de San Salvador vaya a adoptar decisiones concretas sobre el lema de esta cita, Juventud y Desarrollo.
El Rey instó a crear las condiciones adecuadas en cada país para que la juventud pueda desarrollar plenamente sus potencialidades, ya que, de lo contrario, consideró que se estará comprometiendo su destino y los gobernantes faltando a sus responsabilidades.
Zapatero hizo una propuesta concreta en este ámbito: impulsar una actuación encaminada a promover el uso compartido de infraestructuras científicas y tecnológicas singulares entre los países de la región.
El presidente del Gobierno aprovechó su intervención para reiterar el compromiso de España con la cooperación en Iberoamérica y para garantizar que, pese a la situación económica actual, se van a mantener las previsiones de aportaciones para los próximos años.