Pekín, 24 oct (EFE).- Los gobernantes de Europa y Asia que desde hoy participan en la séptima cumbre birregional han coincidido en la necesidad de dar una respuesta coordinada a la crisis financiera, surgida en Estados Unidos pero que arrastra ya a todos los países desarrollados y a las economías emergentes.
La cumbre Asia-Europa (ASEM), que reúne a una treintena larga de presidentes y primeros ministros de ambos continentes, se ha abierto hoy en el Palacio del Pueblo de Pekín, en medio de una nueva jornada negra para las bolsas por el temor de los inversores a una inminente recesión mundial.
China, Japón y otras potencias financieras asiáticas, menos contaminadas en principio por las hipotecas de alto riesgo estadounidenses, habían permanecido hasta ahora a la expectativa ante una tormenta que parecía azotar sólo al otro lado del océano.
Pero la persistencia de la inestabilidad y el temor a los efectos del hundimiento del crédito sobre las exportaciones propias, las necesarias inversiones extranjeras y el crecimiento económico están disparando la inquietud.
En la apertura de la cumbre de Pekín, el presidente chino, Hu Jintao, ha admitido que la gente también está inquieta en Asia y que, pese a las medidas ya tomadas, la crisis va a afectar a las expectativas de crecimiento de un "país en vías de desarrollo imbricado en la economía internacional" como China.
El dirigente comunista ha hecho un firme llamamiento a la cooperación entre países ricos y menos desarrollados y ha prometido que China, con imponentes reservas monetarias, contribuirá a la estabilidad financiera global y sabrá asumir su "responsabilidad" global.
En una primera reacción coordinada, China, Japón y Corea del Sur han anunciado hoy, poco antes de la inauguración de la cumbre, el establecimiento de un fondo de reservas extranjeras de 80.000 millones de dólares en el marco de la ASEM.
Según ha explicado poco después ante el plenario el sultán de Brunei, Haji Hassanal Bolkiah, coordinador de los países asiáticos en la ASEM, el fondo tiene por objetivo "inyectar liquidez en la región".
"Necesitamos recuperar la confianza de nuestros pueblos lo más rápidamente posible", añadió durante su alocución.
En nombre de la UE, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha instado a los países asiáticos a coordinarse con Europa de cara a la reunión extraordinaria sobre la reforma del sistema financiero que se celebrará en Washington a mediados de noviembre.
Según Sarkozy, que propugna aprovechar la crisis para "refundar el capitalismo", en la reunión del G-20 prevista en Washington, "Europa presentará un rostro común, con propuestas reflexionadas y preparadas en común".
"Pedimos a Asia que apoye este esfuerzo para que el 15 de noviembre podamos decir juntos al mundo entero que las causas que han producido esta crisis sin precedentes no volverán a repetirse".
Sarkozy ha partido de la base de que "el mundo va mal".
Va mal, ha explicado, "porque afronta una crisis financiera sin precedentes en su magnitud, su rapidez, su violencia y su desarrollo".
Va mal también "porque se enfrenta a una crisis de desarrollo y sus consecuencias sobre el medio ambiente, que ponen en cuestión la supervivencia de la humanidad".
Y "va mal", ha repetido, "porque hay 900 millones de personas que no tienen los medios para alimentarse".
Ante la magnitud de esos tres desafíos, los participantes en la ASEM, que representan a dos tercios de la población mundial y la mitad de su riqueza, parecen decidido a sumar sus esfuerzos, pese a que las deliberaciones de este foro no tienen carácter vinculante.
"No es una elección para nosotros trabajar juntos; es un deber", les ha recordado, no obstante, Sarkozy.
Por su parte, el presidente de la Comisión de la UE, el portugués Jose Manuel Durão Barroso, ha instado a los líderes asiáticos a resistir la tentación de caer en el proteccionismo o el nacionalismo como respuesta a la crisis económica que se avecina.
"De la misma manera que Europa y Asia no pueden evitar los efectos de esta crisis, ambas deben involucrarse junto a sus socios internacionales en la búsqueda de soluciones. No podemos hacer frente a este desafío cerrando la puerta y cuidando solo de nuestra casa", ha subrayado Barroso.
La situación financiera y económica ha ocupado esta tarde la primera de las cuatro sesiones de trabajo previstas.