Política

Policías y Guardia Civil estudian querellarse contra el Gobierno

La cifra de asistencia, que ha superado los 25.000 agentes en las calles, no impedirá que los dos colectivos estudien querellarse contra el Gobierno por el número de "coacciones" sufridas encaminadas a evitar la manifestación. Policía y Guardia Civil denuncian la detención de autobuses a las puertas de Madrid.

A la marcha han asistido los principales dirigentes de los sindicatos de la Policía y de algunas asociaciones de guardias civiles, a pesar de las amenazas de expedientes proferidas desde el Ministerio del Interior.

"No han hecho mella las presiones", ha subrayado en declaraciones a los periodistas el secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Alberto Moya, minutos antes del comienzo de la manifestación.

Moya ha dejado claro que los agentes del Instituto Armado tienen pleno derecho a manifestarse, en contra de la interpretación que ha hecho el Gobierno.

Por su parte, el portavoz del comité de conflictos y secretario general del Sindicato Profesional de la Policía (SPP), Jose Ángel Fuentes Gago, ha señalado que la prohibición de participación de los guardias civiles es una interpretación subjetiva de la ley que será dirimida en los tribunales.

No ha descartado, a este respecto, emprender acciones legales por supuestas coacciones de responsables del Ministerio del Interior.

"Los guardias tienen miedo de que les vean las caras y sean identificados. El miedo a ser sancionado o expulsado es exagerado y aun así muchos han venido. Es una actitud loable por su parte, sobre todo teniendo en cuenta que los han amenazado con la pérdida de seis meses de sueldo", ha afirmado Alfredo Perdiguero, secretario general del Sindicato Unión Federal de la Policía.

Sin uniforme, con maniquíes

La marcha se ha desarrollado en un ambiente festivo, encabezada por cuatro maniquíes vestidos con los uniformes antiguos y actuales del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil con la boca tapada y con un cartel que reza: "yo no hablo porque no me dejan".

Los dirigentes de los convocantes han denunciado que alguno de los autobuses que transportan a manifestantes a Madrid están siendo parados en carreteras de acceso a la capital para ser revisados y retrasar su llegada.

Según los convocantes, ha superado la presencia de 25.000.

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