
Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981) se ha alzado como jefa de la oposición en Cataluña tras obtener un resultado histórico de 25 diputados, por encima de lo que pronosticaban las encuestas. Su candidatura logró obtener en las pasadas elecciones del 27 de septiembre el apoyo de más de 730.000 catalanes, con lo que casi triplicó la representación obtenida en 2012 y se impuso al PSC en feudos tradicionalmente socialistas.
¿Qué consecuencias puede acarrear la declaración de Junts pel Sí y la CUP para crear un Estado Propio?
Trabajamos cada día desde lo político y lo jurídico para que eso no se produzca. Por primera vez en Cataluña hay una oposición que propone una alternativa en Cataluña. Una oposición que no irá en las listas con Artur Mas como ERC y que no permitirá que la corrupción tenga lugar.
¿Las últimas detenciones en CDC y los registros en torno a la familia Pujol hacen más difícil la investidura de Artur Mas?
Hace tiempo que los Pujol están siendo investigados por la justicia y estamos ante un caso de corrupción que relaciona a toda Convergencia. No es una novedad la vinculación de la familia Pujol con la corrupción. Artur Mas no puede ser el Presidente de Cataluña con 15 sedes embargadas, su tesorero en prisión y todos los casos de corrupción de su partido. Además, está conduciendo a los catalanes a un callejón sin salida que pone en jaque el presente y el futuro de todos.
¿Pero cree que incluso así obtendrá apoyos para ser investido?
Tengo la misma incertidumbre y la misma preocupación que millones de catalanes, que nos sabemos si tendremos un presidente... ni cuánto nos costará tenerlo. No sabemos en qué sentido evolucionan las negociaciones entre la CUP y Junts pel Sí y esto es un motivo de preocupación.
¿Qué riesgo existe a que se celebren nuevas elecciones en Cataluña?
Ya lo dije el mismo día de las últimas. No es que yo quiera unas nuevas elecciones. Es un desastre que en cinco años se celebren cuatro elecciones autonómicas. No es un buen escenario para nadie y demuestra la situación de ingobernabilidad en que vivimos, la falta de proyecto político de Artur Mas y la incertidumbre que hay en Cataluña. Pero realmente si no podemos investir a un presidente y si no hay proyecto de gobierno... Junts pel Sí y la CUP lo único que tienen en común es que quieren declarar la independencia... ¿Qué programa van a aplicar? Convergencia y ERC han sido adversarios políticos toda la vida. Han defendido un modelo totalmente diferente y ahora nos hacen creer que si los dos quieren la independencia ya pueden gobernar juntos en Cataluña y tener un proyecto común. Dejar de ser españoles no es ningún proyecto. Es una rabieta, no un proyecto político que pueda dirigir el Gobierno de la Generalitat
¿Cómo ha de producirse el encaje entre Cataluña y el resto de España?
A mí me gusta hablar de cómo mejoramos España para que los ciudadanos, incluso los catalanes que son independentistas, puedan estar mejor dentro de este país. Lo que nosotros proponemos es reformar España y la mejor alternativa al separatismo es una España reformada. Yo comparto parte del diagnóstico de muchas personas que quieren tirar la toalla y salir de España. Hay muchas cosas que no funcionan. Pero la solución no es salir de España y poner en peligro nuestros derechos de ciudadanía. Tenemos una oportunidad de hacerlo el 20 de diciembre, con un nuevo cambio político. Entiendo que gente que lleva 35 años viendo cómo gobierna PP y PSOE haya perdido la esperanza de que España no la vamos a cambiar nunca.
¿Veis a Ciudadanos en la Presidencia del Gobierno?
No es fácil, pero no es imposible. En términos de encuestas somos el partido que ha crecido más en 2015. Por lo tanto, se podría dar el caso que ganásemos las elecciones, pero insisto, somos prudentes. Lo más importante es que si esto se produce, estamos preparados para gobernar. Tenemos el líder mejor valorado de España, tenemos un equipo de personas de reconocido prestigio en determinados sectores, así como propuestas viables y sensatas para reformar España. Si los ciudadanos españoles deciden que gobernemos, estamos preparados para ello. Y si no ganamos o no lideramos el Gobierno, pasaremos a la oposición. Albert Rivera no será el vicepresidente o ministro de nadie. O gobernamos nosotros o nos vamos a la oposición, que desde ahí también se pueden impulsar cambios. Salimos a ganar y si no, a la oposición.
¿Os sentís más cómodos cerrando alianzas con el PSOE o con el PP?
Nosotros no salimos a pactar, sino a ganar. Ciudadanos no existiría si PP y PSOE hubieran hecho bien su trabajo. Si hubieran pensado en la ciudadanía más que en sus partidos, sobre todo en los últimos años. Ciudadanos no ha salido para ser la muleta de nadie. No hay ninguna afinidad más con un partido que con el otro. Salimos a gobernar, no a pactar.
¿Estáis a favor de reformar la Constitución y atender en este marco las necesidades de Cataluña?
Sí y no. El 7 de noviembre vamos a hacer en Cádiz un tributo a la Constitución de la Pepa. Haremos nuestra presentación de las reformas constitucionales y democráticas de España. No sólo vamos a hablar de la Constitución, también del Senado, del Tribunal Constitucional. Queremos cambiar la Constitución, pero no que los cambios sean una concesión a los que quieren romper España. No vamos a cambiarla para contentar a los que nunca van a estar contentos, sino para contentar a una amplísima mayoría de los 47 millones españoles que creen que una España nueva es posible. Eso va a servir para que en Cataluña, muchos catalanes, incluso los independentistas, vuelvan a conectar con el proyecto de España. Hay mucha gente que ha tirado la toalla de que España pueda funcionar mejor.
¿Cómo atenderán las reclamaciones de los catalanes en materia de financiación y más ingresos?
Los problemas que tienen los catalanes son los mismos que los del resto de españoles. Nosotros vamos a cambiar el modelo de financiación para las comunidades autónomas, eso puede ayudar a conectar a los catalanes. Vamos a despolitizar la Justicia, vamos a hacer una separación muy clara de competencias, entre lo que corresponde a Gobierno central, Comunidades Autónomas y Entidades Locales. Hay duplicidades que cuestan mucho dinero y que además lo que hacen es que los ciudadanos no saben a quién exigir responsabilidades.
¿Qué reformas van a implementar?
Vamos a garantizar el músculo de la Administración, la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales, y vamos a eliminar grasa: que son las estructuras politizadas. Vamos a eliminar diputaciones, consejos comarcales, organismos que no aporten nada al ciudadano. Vamos a hacer un Pacto Nacional para la Educación, que es uno de los problemas que tiene España... la baja calidad educativa. También haremos mejoras en el mercado de trabajo y en sectores estratégicos, como energía, industria, fundamentales para el futuro del país. Tenemos una propuesta de reforma integral de España. No una propuesta electoral de bajar un tramo del IRPF. Planteamos una reforma fiscal integral, que abarque el IVA, IRPF, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y el impuesto de Patrimonio.
¿Implicaría ceder más impuestos a las Comunidades Autónomas?
Esto implica un mejor sistema fiscal. Un sistema más eficiente, en el que el ciudadano tenga muy claro a quién paga los impuestos. Que se luche contra el fraude fiscal y la economía sumergida. Un sistema fiscal más justo. Ahora mismo es ineficiente. Hay muy pocas personas que pagan impuestos, pero los que pagan, pagan mucho. Y lo que nosotros queremos es ampliar la base de las personas que pagan impuestos para que todos podamos pagar un poquito menos. Eso será fundamental para los autónomos. Para las pymes y familias, porque las grandes empresas ya tienen mecanismos para pagar poco. De hecho, nuestro tipo impositivo, entre el tipo nominal y el real que se paga, hay un escalón brutal entre exensiones, atajos fiscales para las grandes empresas. Lo que queremos es ampliar la base de participación en este sistema fiscal, pero que podamos pagar menos nominalmente porque hemos de pensar en ser competitivos en un espacio de la UE.
¿Va a haber cambios en impuestos especiales?
No creo que haya ninguna variación importante. Esto no puede ser una lucha entre Administraciones, de este impuesto lo quiero yo, sino una reforma fiscal pensada en el ciudadano. Queremos que sea un sistema más justo, que pueda competir dentro de España y dentro de la UE, y que no se nos vaya dinero por las alcantarillas del fraude fiscal y de la economía sumergida. No vamos a plantearlo como una lucha entre Administraciones de ahora le concedo a Cataluña más impuestos o a Madrid más. Cada vez que se ha hecho una definición fiscal se ha hecho desde el punto de vista de la administración pública, de yo quiero tener este impuesto, sin pensar que, a lo mejor, que lo tenga otra administración es a la larga mejor para el ciudadano.
¿Cómo se pueden paliar los 16.000 millones de euros de déficit fiscal que experimenta Cataluña?
Algunos estudios no validan esa cifra. Nosotros vamos a reformar el modelo de financiación de las Comunidades Autónomas, que es cierto que no es bueno. Se producen desequilibrios importantes, hay falta de transparencia y de planificación. Esta situación no permite a las Administraciones Públicas hacer una planificación a largo plazo de tus actuaciones políticas y hay que blindar la Educación y Sanidad españolas, en todas las Comunidades Autónomas. Pero quien espere tener el año que viene 16.000 millones más se va a llevar una desilusión, porque no existe ese déficit.
¿Qué medidas proponen para reactivar la economía catalana?
Llevamos diez años sin hacer unas políticas correctas de impulso económico. Es verdad que Cataluña es una tierra rica, con un sector industrial importante, pero lo que estamos haciendo es vivir un poco de la inercia. Queremos impulsar el sector industrial. Está habiendo muchas deslocalizaciones a otros países, pero también a otras zonas de España.
¿Cree que es por la incertidumbre política?
Creo que la incertidumbre no es buena para los negocios. El dinero y las inversiones son miedosas, pero también creo que ser la Comunidad Autónoma con más presión fiscal de España no ayuda. Influyen la incertidumbre política, que no ayuda, y la altísima presión fiscal. Solucionando estas dos cuestiones podemos garantizar muchas más inversiones y el sector industrial. Otro tema importante es el apoyo a pymes y autónomos. En Cataluña tenemos una burocracia insoportable para las pymes y requiere una simplificación administrativa urgente.
¿Habéis notado que se os acerque más la clase empresarial tras las elecciones del 27S?
No he notado mucho cambio. En los últimos años, he estado en el Parlament en las comisiones de Empresa y Empleo. Me he reunido con sindicatos, patronales... El contacto con el mundo empresarial desde el punto de vista de trabajadores y empresarios lo he tenido siempre y ahora no he notado nuevos contactos.
¿Los empresarios catalanes pueden sentirse más cómodos ahora para pronunciarse en contra de la independencia?
Pronunciarse en contra de la independencia en Cataluña nunca ha sido fácil. Y menos ahora cuando el Gobierno tiene esta postura. Que un representante del mundo empresarial se ponga en contra al Gobierno de la Generalitat, no es fácil. Los empresarios tampoco han de ser héroes. Tienen que generar empleo, riqueza. A qué punto hemos tenido que llegar para que el sector empresarial haya dado un paso al frente y diga esto es una locura.