
Las líneas maestras de la reforma de la Constitución que presentará mañana el PSOE se basan en una España laica y un modelo federal que reconozca la identidad de Cataluña. En concreto, los socialistas hablan de "reconocer las singularidades" de las distintas comunidades autónomas, así como racionalizar, clarificar y completar el sistema de distribución de competencias. Se trata, no obstante, de un texto que se aleja de etiquetas ni define Cataluña como "nación", algo que ya habían dejado claro los socialistas y que confirma el tono más rebajado de cara a las elecciones generales, alejado de posiciones extremistas y polémicas que puedan arañar votos a la formación de Sánchez.
Además, el texto también resuelve la otra incógnita, ya que definitivamente sí recoge la reforma del polémico artículo 135, que obliga a la estabilidad presupuestaria de las administraciones, medida pactada por José Luis Rodríguez Zapatero con el PP al final de su mandato. Aunque los socialistas se comprometen al equilibrio de las cuentas, con esta marcha atrás quieren devolver la prioridad a la prestación de los servicios públicos sobre el pago de la deuda. Además, la renta mínima vital sería un derecho constitucional.
El texto, que se presentará en Madrid, en un acto precedido por una reunión de la Comisión Permanente de la Ejecutiva y otra del Consejo de Política Federal, se trata de una propuesta abierta al diálogo y que precisará un fuerte consenso. Conscientes de ello, los socialistas asumen que algunas de sus propuestas se quedarían fuera del texto definitivo. Pero los efectos del acuerdo compensarán con creces esa renuncia, señalan fuentes socialistas. En ese sentido, desde la formación liderada por Pedro Sánchez se comprometen, si consiguen formar gobierno, a convocar de forma inmediata a todas las fuerzas parlamentarias para iniciar la reforma de la Constitución, un asunto prioritario para los de Ferraz.
Y dentro de esa prioridad, destaca un cambio de modelo de Estado hacia una estructura federal, con una "profunda revisión" del Estado de las Autonomías. En ese sentido, el texto que presentan los socialistas propone una reforma del Senado para convertirlo en una auténtica Cámara territorial, incluir el principio de lealtad federal entre el Estado y las Comunidades Autónomas y mejorar el régimen de cooficialidad de las lenguas de España, así como racionalizar, clarificar y completar el sistema de distribución de competencias.
Al margen del modelo de Estado, la reforma que plantea el PSOE, y que divide en cinco ejes fundamentales, también plantea garantizar el Estado de Bienestar a través de la Carta Magna, modificar el texto para consolidar el principio de laicidad, limitar el aforamiento de parlamentarios, modificar el sistema de elección de los miembros de órganos constitucionales y organismos reguladores, entre otros.
En cuanto a las relaciones internacionales, los socialistas estiman que la pertenencia a la Unión Europea debe quedar reflejada en el nuevo texto constitucional. Así, plantean reconocer el carácter vinculante del derecho europeo y su primacía respecto del derecho interno. Respecto a Iberoamérica, el partido de Sánchez quiere recoger la especial vinculación con la región.
En materia de derechos, quieren que se garantice la igualdad de todos los ciudadanos, catalogar como derechos fundamentales a la sanidad y la protección social y blindar la garantía de otros como la educación, la dependencia y las pensiones.