
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha cerrado su intervención inicial en el que será el último debate de política general de la legislatura con un agradecimiento a Galicia "por todo" lo que le ha dado y también, visiblemente emocionado, ha proclamado que "no hay mayor honor" que servir a la comunidad.
"Gracias por todo, Galicia. En nombre de todos los que formamos parte de este Parlamento y tenemos el privilegio de ser los representantes de un pueblo que hace historia. Gracias por permitirme el honor de ser presidente en el momento más difícil y también ahora, en el más ilusionante. No existe mayor honor que servir a Galicia. Ninguno", ha proclamado.
Entre aplausos de los suyos y con algún miembro de su Ejecutivo, como la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, con lágrimas en los ojos, el presidente pronunció unas medidas palabras en las que algunos, por ejemplo, el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, han visto "mucha despedida".
Todo ello a cargo de un Feijóo que arrancó su discurso clarificando que no se presentaba al debate como candidato, sino como un presidente con la vista puesta "en la Galicia del mañana". "No me presento aquí, y espero que ustedes tampoco, como candidato a nada, sino como servidor de todos los gallegos. Servidor de los gallegos de hoy y servidor de los gallegos del mañana", sentenció.
Experto en medir los tiempos, los distintos mensajes lanzados en esta jornada -con tono de despedida, pero al mismo tiempo reconociendo que no hay "mayor honor que servir a Galicia"- no aclaran el futuro político de Feijóo, que mantiene la incertidumbre de si optará a un tercer mandato al frente de su partido y de la Xunta.