
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha evitado pronunciarse este viernes sobre la conveniencia o no del debate sobre el futuro de Cataluña entre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, que tendrá lugar el 23 de septiembre. Eso sí, ha admitido que será "interesante" escucharlo, máxime cuando sus protagonistas han compartido escaño en el Parlamento europeo y conocen sus procedimientos.
Ésta ha sido la respuesta de la portavoz del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en relación con un 'cara a cara' que se producirá cuatro días antes de las elecciones catalanas y que provoca inquietud y malestar en numerosos cargos del PP. En las filas 'populares' temen que puedan perjudicar a su candidato a la Presidencia de la Generalitat, Xavier García Albiol.
Al ser preguntada expresamente si es partidaria de ese debate entre el jefe de la Diplomacia española y Junqueras, que ocupa el número 5 de la lista 'Junts pel sí', Sáenz de Santamaría ha contestado lacónica: "Los debates no corresponden al Gobierno sino a los comités de campaña y a ello nos remitimos". En parecidos términos se expresó este jueves desde Málaga el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.
Después se le ha preguntado de nuevo cómo explica que un ministro de Exteriores, que está bajo su responsabilidad, vaya un debate sobre el futuro de Cataluña. Sáenz de Santamaría ha insistido en el mismo mensaje de que ella se ciñe a sus "competencias".
"Esto es un debate en campaña, entre dos personas que, por cierto tienen una trayectoria común de la UE, con lo que será interesante escuchar como en la Unión Europea hay que seguir los procedimientos y la legalidad que allí es muy clara y lo ha recordado la propia Comisión Europea esta semana", ha enfatizado.
Reforma de la Constitución
Después de que el Círculo de Empresarios haya recomendado una revisión de la Constitución para facilitar el encaje de Cataluña en España, en línea con lo que planteó hace una semana el ministro Margallo, Sáenz de Santamaría ha asegurado que el Gobierno "respeta" las opiniones, pero ha insistido en que ya han dejado clara "cuál es su posición" sobre la reforma de la Carta Magna, que no irá en el programa electoral del PP para las generales.
A su entender, antes de hacer una reforma de la Carta Magna se requiere un consenso amplio en España "en los objetivos y en los fines". "Hay que ser muy consciente de los debates que abre, de los resultados que puede obtener y de los consensos con los que cuenta. Y esta iniciativa no cuenta con ellos", ha manifestado.
Preguntada por qué el PP se cierra ahora a esa reforma constitucional de la que se han mostrado partidarios este verano también el ministro de Justicia, Rafael Catalá y el presidente del Gobierno, la vicepresidenta ha señalado que en esas declaraciones Mariano Rajoy ponía el acento en el consenso que debe existir en este asunto, al tiempo que recalcaba que no se pueden hacer reformas para "contentar a quienes no se van a contentar".
En este punto, Sáenz de Santamaría ha subrayado de nuevo que es difícil alcanzar consenso para llevar a cabo una reforma de la Constitución, máxime cuando el PSOE tiene "dificultades a la hora de definir su posición".