La Paz, 10 ago (EFE).- El prefecto opositor de La Paz, José Luis Paredes, reconoció hoy su derrota en el referendo revocatorio celebrado en Bolivia, mientras que el de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, la negó y señaló que seguirá apelando a la justicia porque considera ilegal la consulta celebrada este domingo.
En una rueda de prensa, Paredes, contra quien votó entre el 55 y el 60 por ciento de los electores según los sondeos, afirmó que "entregará la Prefectura" (Gobernación) para que La Paz "no pierda".
Sin embargo, Paredes lamentó la "guerra sucia" que, a su juicio, hizo el Gobierno de Evo Morales para derrotarle, además de criticar "las reglas de juego tan desiguales que fueron una conjura contra la continuidad de una gran gestión".
Señaló que los resultados extraoficiales conocidos al término de la votación fueron "contundentes" para no objetarlos, a diferencia de lo que sostuvo, también en rueda de prensa, su colega de Cochabamba, el también opositor Manfred Reyes Villa.
Según los sondeos a pie de urna, entre el 56,7 y el 60 por ciento ha votado contra la gestión de Reyes Villa, que ha sido el prefecto más resistente a someterse al revocatorio.
Reyes Villa, que hoy no fue a votar porque considera que el referendo revocatorio es inconstitucional, dijo que legalmente sigue siendo el prefecto de Cochabamba y seguirá dando una "batalla legal porque alguien tiene que estar a la cabeza de la defensa de la democracia".
"Ese alguien soy yo, voy a seguir a la vanguardia", dijo Reyes Villa antes de dirigirse al presidente Morales para señalarle que "no debería cantar victoria".
No obstante, después matizó que si Morales realmente quiere designar otro prefecto en Cochabamba, no debería ser fruto de un nombramiento a dedo porque eso supondría "un retroceso en la democracia", sino de una nueva elección.