Política

El PSOE ve una "barbaridad" la reforma de la ley electoral del PP

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Imagen: Archivo

El diputado socialista y secretario de Política Federal del PSOE, Antonio Pradas, ha asegurado este miércoles que su partido no se sentará a hablar de una posible reforma electoral hasta que no haya un nuevo Gobierno y, por eso, ha rechazado entrar en el fondo de la propuesta presentada este miércoles por el PP, detrás de la cual ve el "miedo" de Mariano Rajoy a dejar La Moncloa.

Así lo ha señalado el 'número tres' del PSOE en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, poco después de que el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Hernando, anunciara la intención de su partido de reformar la Ley Electoral General en lo que se refiere a la elección de alcaldes para introducir un sistema que contempla la denominada prima de mayorías y también la convocatoria, en su caso, de una segunda vuelta.

Pradas no ha querido valorar el contenido de la propuesta y ha insistido en que no es el momento de presentarla, a pocos meses de una elecciones generales y cuando todavía se están constituyendo gobiernos municipales, después de las elecciones del pasado mayo.

A su juicio, es "una barbaridad" replantearse ahora el proceso electoral y entrar en un debate que, además, haría discutir "la legitimidad de los gobiernos autonómicos y municipales constituidos hace unas semanas".

Pradas ha defendido que el Gobierno ha entrado "en modo pánico" y por eso está intentando tramitar "a prisa y corriendo" un importante número de proyectos legislativos. Se trata, según el socialista, de un "fuego de artificio" de los populares. Esto "lo que pone da manifiesto es el temor del PP a no ganar las elecciones que se van a celebrar previsiblemente en diciembre", ha remachado.

Segunda vuelta

El PP ha registrado este miércoles en el Congreso su propuesta para reformar la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) en lo que se refiere a la elección de alcaldes y ha planteado, en concreto, un sistema que contempla la denominada prima de mayorías y también la convocatoria, en su caso, de una segunda vuelta. Su propuesta es que esa segunda vuelta se celebre si no hay ninguna formación que rebase el 30% de los votos.

El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, ha anunciado en rueda de prensa que el PP quiere que esta propuesta se analice en el seno de una subcomisión de la Comisión Constitucional del Congreso, un órgano al que los 'populares' acudirán ya con una iniciativa concreta.

"Se trata de un sistema a dos vueltas con una prima de mayoría en para que gobierne quien gana y no quien pierde", ha resumido Hernando, quien también ha explicado que con esta reforma buscan "reforzar el principio de la gobernabilidad, la estabilidad y la representación".

En concreto, el PP defiende que los partidos que ganen las elecciones municipales puedan lograr una prima de mayoría (es decir, una representación extra en el consistorio) si logran más del 35% de los votos y una diferencia de cinco puntos sobre la lista que queda en segunda posición.

Con esos resultados, esa candidatura "obtendrá automáticamente la mitad más uno de los puestos de concejal en el Ayuntamiento". Esa misma asignación de ediles, añade el PP, se producirá "cuando una candidatura haya obtenido la mayoría simple, haya superado el 30% de los votos válidos emitidos en la circunscripción", y se distancie, al menos en diez puntos porcentuales de la siguiente candidatura.

Si no se diera ninguna de estas condiciones se haría una segunda vuelta en la que concurrirían todas las candidaturas que hayan superado el 15% de los votos, una presentación que el PP considera "razonable". Eso sí, en este nuevo proceso electoral quedan "expresamente prohibidas las coaliciones o uniones de candidaturas".

En esa segunda votación se daría una prima de mayoría a la lista que se haga con la victoria con más de un 40% o siete puntos de diferencia sobre la segunda. También en este caso, a la lista mayoritaria se le adjudicaría "la mitad más uno de los puestos de concejal del ayuntamiento y los escaños restantes se distribuirán entre las demás candidaturas, en función de los resultados obtenidos por cada una de ellas en la primera vuelta".

El PP añade que cuando ninguna candidatura alcance en la segunda vuelta el 40% de los votos válidos ni logre siete o más puntos de distancia respecto de la siguiente, la atribución de los puestos de concejales se realizará siguiendo el mismo procedimiento previsto en el artículo 163.1 vigente de la Ley Electoral, "según el resultado obtenido en la primera vuelta". Además, deja claro que en ningún aso se tendrán en cuenta las candidaturas que no logren por lo menos el 5% de los votos.

Este sistema que plantea el PP garantiza la mayoría absoluta a la lista más votada, dificultando así los pactos que precisamente en las pasadas municipales les han desalojado de muchos consistorios. Se trata, dice el PP en el texto registrado, de garantizar que "quien gane con claridad las elecciones gobierne, evitando las negociaciones opacas al margen de la voluntad electoral y asegurando que los gobiernos municipales se sustenten en el respaldo mayoritario de los ciudadanos".

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