Política

La ruptura de Convergència i Unió provocará una crisis en la Generalitat

Artur Mas. Imagen: EFE

El terremoto en CiU amenaza con llevarse por delante también el gobierno de la Generalitat de Cataluña. El ultimátum de Convergència a su socio de federación para que decida si se suma o no al programa independentista puede saldarse con la salida del ejecutivo catalán de la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, el conseller de Interior, Ramon Espadaler, y el de Agricultura, Josep Maria Pelegrí.

Estos tres consejeros están muy cercanos a las posiciones que defiende el presidente de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, y el pasado fin de semana defendieron en la consulta interna del partido la opción de fijar seis condiciones para seguir en el proceso soberanista, una propuesta que se impuso por la mínima entre la militancia frente a los que reclamaban una posición clara favorable a la independencia.

Duran i Lleida ha citado hoy a la dirección del partido para tomar una decisión sobre el ultimátum lanzado por Convergència para que se sumen al programa independentista. Aunque no hay nada decidido, lo más probable es que la dirección de Unió respete el resultado de la consulta del pasado domingo. Los partidarios de la independencia en Unió (un 46 de los votantes), podrían provocar un escisión del partido, lo que dejaría muy maltrecha a una formación política fundada en 1931.

Ayer el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, aseguró ayer en rueda de prensa que no le corresponde a él comunicar cambios en el Ejecutivo, ya que es facultad del presidente. Esta postura difiere mucho de ocasiones anteriores cuando Homs había rechazado tajantemente cualquier insinuación de una posible salida de los tres consellers de UDC. El portavoz catalán admitió que cualquier gobierno se sustenta sobre una mayoría parlamentaria y que, "si esta cambia, obviamente una de las consecuencias claras es en relación al Govern". Homs también reconoció que como dirigente de CDC tiene una opinión formada sobre el futuro entre CDC y UDC, pero no quiso expresarla.

Por su parte, el vicesecretario general de Unió, Toni Font, avisó a Convergència de que "no somos un partido de blancos y negros. Hay de todo y no podemos imponer una solución que solo satisfaga a CDC, la de la independencia".

Pero Artur Mas no quiere esperar a Unió y el próximo sábado en Molins de Rei (Barcelona) presentará su proyecto político de cara a las elecciones del 27 de septiembre.

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