
Ha empeñado su palabra en que cumplirá su programa, pero también da por hecho que tendrá que negociar si quiere gobernar. Quizás por eso, el plan del candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, aunque subraya claramente las prioridades -empleo, educación, sanidad y políticas públicas- no concreta algunas de las propuestas, como en materia de fiscalidad, ni explica cuánto costarán otras.
El propio candidato ha dicho que su programa es "la base de las alianzas que serán necesarias para gobernar", en una presentación marcada por el espíritu de pacto. Hasta el invitado estrella, Alfredo Pérez Rubalcaba, presentó a Gabilondo como "el hombre del consenso".
Consciente de la incertidumbre política del momento y de la fuerza de las nuevas formaciones, Podemos y Ciudadanos, el discurso de Gabilondo ha estado lleno de llamamientos al diálogo al resto de fuerzas políticas, a las que ha ofrecido "un acuerdo de Gobierno" para transformar Madrid "con políticas públicas, con instituciones justas, a partir de la dignificación de la política, y del deber cívico".
El espejismo de la recuperación
En ese afán por subrayar los servicios públicos, quiere elaborar cada año un informe que evalúe el impacto de las políticas sobre desigualdades, calidad de vida y sostenibilidad ambiental. El objetivo es asegurar que la recuperación del PIB se traduzca en progreso y bienestar, algo que no ocurre en estos momentos, denuncia Gabilondo, que ha puesto varios ejemplos que se alejan de las mejoras macroeconómicas. Así, advierte de que, pese a la bajada del desempleo, que ha descendido en 5.000 personas en abril, nueve de cada diez contratos son a tiempo parcial y siete de cada diez desempleados llevan más de un año en esta situación.
En materia de empleo, el exministro se compromete a crear una Agencia de Empleo que gestione las políticas activas y a destinar un 2% del presupuesto a crear puestos de trabajo. Además, quiere recuperar el empleo público perdido en los ámbitos sanitario y educativo.
Dos bloques -sanidad y educación- que se han mimado especialmente en el ideario del exprofesor, que se compromete a reducir el número de alumnos por aula en primaria (hasta 25) y en secundaria (no más de 30), crear 35.000 nuevas plazas educativas, incorporar 8.000 profesores, la gratuidad de los libros de texto y una inversión de 400 millones para recuperar y atraer talento. También plantea ampliar la cobertura de las becas, eliminar las tasas de la FP y reducir los precios de la universidad hasta los niveles de 2010.
En materia de sanidad pública ha prometido frenar las privatizaciones en marcha, revisar las existentes y suprimir además las tasas y copagos sanitarios, porque son "injustos". También quiere abrir quirófanos, consultas y pruebas de los hospitales mañana y tarde y atención dental entre los 7 y los 16 años.
En el bloque fiscal, revisará el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y estudiará implantar el de Patrimonio, dejando exentos a los inferiores a un millón de euros.
Subir la Renta Mínima de Inserción hasta los 480 euros y un parque público de viviendas en alquiler completan la "palabra" de Gabilondo.