El Gobierno español ha decidido llamar a consultas a su embajador en Caracas, Antonio Pérez-Hernández, en señal de protesta por la escalada de "declaraciones intolerables" contra España por parte del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y de otras instituciones, ha anunciado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo.
El último episodio de una serie de actos hostiles contra España se produjo este martes, con una declaración de la Asamblea Nacional venezolana que considerando persona non grata al expresidente del Gobierno Felipe González, que recientemente ha decidido implicarse en la defensa de los líderes opositores encarcelados Leopoldo López y Antonio Ledezma.
La llamada a consultas es una herramienta enérgica de protesta diplomática. Equivale a una retirada temporal del embajador durante un periodo de tiempo indeterminado y hasta que se considere que se ha logrado reconducir la situación o el incidente que provocó la protesta.
En la escala de medidas de protesta diplomática, la llamada a consultas está un nivel por debajo de la retirada definitiva del embajador y la ruptura de relaciones diplomáticas.
La respuesta de Venezuela
La ministra de Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha asegurado que el presidente, Nicolás Maduro, ha dado orden de "tomar las acciones de distinto orden que correspondan" contra España, país al que acusa de haberse "extralimitado" en sus críticas.
Horas después de que el Gobierno español llamase a consultas a su embajador en Caracas, la canciller venezolana ha advertido de que su Ejecutivo sigue debatiendo las posibles medidas a adoptar. "No permitiremos que un Gobierno extranjero se inmiscuya en Venezuela", ha subrayado.
"Nuestro jefe de Estado, en defensa de la Patria, nos ha instruido a tomar las acciones de distinto orden que correspondan", ha escrito Rodríguez en su cuenta de Twitter, donde ha publicado una serie de mensajes relativos a la polémica.
La ministra ha acusado a España de "ignorar su propia historia". En este sentido, ha apuntado que el pueblo venezolano "mal puede tolerar el injerencismo de un imperio ya derrotado".
Rodríguez ha recordado que el Gobierno de Maduro solicitó al ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, que mantuviese el "debido respeto" a Venezuela, que Caracas considera transgredido por las peticiones de excarcelación para dirigentes opositores.
La jefa de la diplomacia ha acusado al Gobierno de Mariano Rajoy de "respaldar los intentos golpistas de la derecha violenta" y ha reiterado las críticas contra el expresidente José María Aznar, al que Caracas reprocha que "apoyó el golpe de Estado contra el presidente (Hugo) Chávez".