
Después de la destitución de Tomás Gómez nada será como antes, al menos en el seno del Partido Socialista, que este miércoles se despierta con una gestora de cuyo proceso saldrá elegido el nuevo candidato para la Comunidad de Madrid, no sin críticas y rivalidades internas. Los efectos colaterales de esta destitución, y la opción por Ángel Gabilondo podrían haber hecho mella en el PP.
Las elecciones en Madrid son una incógnita. Apenas UPyD tiene designados a sus candidatos, además de Miguel Antonio Carmona, quien si nada cambia de aquí hasta el viernes, será cabeza de lista del PSOE a las municipales madrileñas.
El resto de las formaciones sigue a la espera en un ambiente marcado por el tsunami político provocado por la destitución de Tomás Gómez, si bien éste aún no había sido oficialmente designado como candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid.
Ahora, la apuesta de Pedro Sánchez y la gestora del PSM por Ángel Gabilondo, quien no esconde querer participar en este nuevo "desafío" político, podría trastocar -relata este miércoles el diario Público.es- el plan trazado por Mariano Rajoy acerca de sus candidatos al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, y considerar a Cristina Cifuentes, una de las dirigentes que más veces han aparecido en las quinielas, y que siempre se ha descartado por iniciativa propia.
Este miércoles, la delegada del Gobierno de Madrid ha insistía de nuevo en no relacionar su interés político con las candidaturas madrileñas del PP. Eso sí, además de remarcar que no pensaba hacerle "sombra ni Aguirre ni a nadie", afirmó que esperaba que los candidatos fueran los mejores.
El temor por Gabilondo
La última carta de Ferraz con Ángel Gabilondo no ha caído en saco roto entre los populares, preocupados como ha podido saber EcoDiario.es, por el efecto positivo que pueda tener una apuesta como ésta entre la militancia y los simpatizantes socialistas. Esperanza Aguirre, la mejor colocada en las quinielas del PP como candidata al Ayuntamiento lo expresó ayer con claridad: "Tengo muy buena relación con él (Gabilondo), lo que nos separa es la discrepancia ideológica".
Ferraz está convencido -recoge Público- de que "Tomás Gómez era un caramelo para Madrid", asi que, "Sánchez tenía razón. Y el PP no ignora que este cambio podría tener consecuencias, ya que no se descarta que en este tiempo, el actual presidente de la comunidad puede verse perjudicado por escándalos de corrupción que le afectan a él -caso del ático-, o relacionados con él -Operación Púnica, con Francisco Granados, su número tres-.
Ante el silencio de Rajoy, Esperanza Aguirre es firme: "la pelota está en el tejado" del presidente de los conservadores, mientras éste no se da por aludido, y en cualquier caso pospone cualquiera de estos planes a la celebración del debate del estado de la Nación. Con esta intención nos ponemos en el mes de marzo, a menos de tres meses de las elecciones.