Francisco Nicolás participó con el empresario Arturo Fernández en la simulación de un contrato para comprarle acciones de la empresa Cantoblanco, ahora en concurso de acreedores, según informa El País.
Nunca ocultaron que eran amigos, pero además de amistad pudo haber una relación de negocios que le habría quitado a Fernández de encima a los acreedores, aunque el expresidente de la patronal madrileña fue uno de los que renegó del joven tras estallar el escándalo.
También el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz , ha vuelto a eludir referirse al asunto.
Por parte del presidente de la CEOE, Juan Rosell, cautela ante las informaciones. De prosperar la acusación, podría añadirse a la larga lista de delitos que acumula ya el pequeño Nicolás, en un sumario, que sigue en parte bajo secreto.
Se queda sin defensa