En las últimas semanas el choque parecía inevitable. Cada declaración pública de Podemos intenta desprestigiar al PSOE y viceversa. Ambos partidos no dejan de lanzarse acusaciones, como puede desprenderse de cada intervención de sus líderes Pablo Iglesias y Pedro Sánchez.
Sin embargo, la apariencia no lo es todo y entre bambalinas la relación entre miembros de un partido y de otro es hasta más que cordial. Prueba de ello es la reunión secreta que mantuvo poco antes de Navidad el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero con el propio Iglesias e Íñigo Errejón, secretario de Política de Podemos. Un encuentro que el expresidente ha confirmado en una entrevista en la Cadena Ser y que ha calificado como "un encuentro personal".
Según informa El Huffington Post, la reunión fue organizada por el exministro de Defensa José Bono en su domicilio de Madrid. El también expresidente del Congreso siempre ha expresado sus simpatías por Iglesias, debido a que años atrás defendió como abogado al padre del líder de Podemos.
Con esta reunión, los dos pesos pesados socialistas querían calibrar las verdaderas intenciones de la formación de Iglesias en caso de alcanzar cuotas de poder en este electoral 2015. Durante la cita se habló de temas diversos como teoría política, Sudamérica o el euro, ha asegurado Zapatero, quien ha rechazado el grito de "No nos representan" con el que Podemos se dio a conocer.
Fuentes próximas al encuentro, señala El Huffington Post, restan importancia al mismo, pero sí apuntan a la vorágine interna que puede suponer para el propio PSOE, ya que la dirección actual fue totalmente ajena a su celebración. Algo que evidencia el distanciamiento que los históricos de la formación socialista ante un Sánchez al que apoyaron en un primer momento.
Reacciones desde Ferraz
Tras confirmar Zapatero la existencia de la reunión, han sido varios los dirigentes del PSOE que han quitado "importancia" al encuentro y han recalcado que el exdirigente socialista "tiene derecho a reunirse con quien estime oportuno".
El primero ha sido el propio secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien se ha mostrado tajante sobre estos posibles frentes internos que se habrían abierto en el partido y que pondrían en cuestión su liderazgo. "No voy a contribuir a ningún ruido", ha sentenciado el líder socialista en los pasillos del Congreso de los Diputados.
Preguntado al respecto, el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, ha comentado que se trató de una cita "personal" que "no tiene la menor importancia".
De su lado, el secretario general del PSPV y candidato a las elecciones autonómicas, Ximo Puig, ha defendido que Zapatero "tiene derecho por supuesto a reunirse con quien estime oportuno". "Esto no afecta a lo que es la realidad orgánica del PSOE en estos momentos", ha señalado en los pasillos del Congreso.
El portavoz de Economía del PSOE en el Congreso, Juan Moscoso, no ha querido valorar el encuentro entre Zapatero e Iglesias porque cree que es él quien tiene que "explicarlo". Eso sí, ha defendido que "ese tipo de reuniones hay que contarlas, si no antes, después". El expresidente del Gobierno ha dicho que informó a Sánchez una vez producido ese encuentro, por tratarse de una reunión privada.
Para la portavoz de Asuntos Exteriores y exministra del ramo, Trinidad Jiménez es "bastante razonable" que Zapatero "se reúna con todos los actores políticos sociales y económicos" que quiera, ya que se trata de citas que entran dentro de lo "habitual" y lo "normal", que "no suponen ningún tipo de problema para nadie".
"No hay ningún pacto"
A su vez, Iglesias ha defendido su encuentro "informal" con Zapatero porque, ha dicho, "siempre es bueno hablar con todos" los grupos políticos, pero ha advertido de que este tipo de encuentros no "preestablece" ningún tipo de pacto o alianza con el PSOE.
"Han demostrado una altura de miras que quizá llegue más lejos de la que tienen algunos dirigentes actuales del PSOE, que prefieren insultar que dialogar con nosotros", ha afirmado Iglesias en declaraciones a la prensa en Bruselas.
Preguntado por el hecho de que Pedro Sánchez no estuviera informado del encuentro, el dirigente de Podemos y eurodiputado ha dicho que no le compete a él opinar sobre ello y que su mano "está tendida para dialogar con todo el mundo".
También ha indicado que él si informó a su Ejecutiva del encuentro, pero que no se hizo público porque así lo solicitaron los socialistas, al considerar que podría "afectar a su partido.
Iglesias ha descrito la reunión como una cita "cordial", "informal" e "interesante" en la que hablaron "del euro, de Europa y de América Latina", al tiempo que ha destacado el valor de poder conversar de estos asuntos con quienes tuvieron responsabilidad de Gobierno, pese a existir "muchas" diferencias en sus posiciones.
"Que yo me pueda tomar un café con el Partido Popular (en la Eurocámara) no preestablece ninguna suerte de pacto ni de alianza, y esto lo digo igual para el PSOE", ha continuado.
En la misma línea, Iglesias ha apuntado la "responsabilidad de Estado" asumida por Podemos al participar en este tipo de encuentros, porque "siempre es enriquecedor" discutir con actores políticos relevantes. Del Gobierno de Zapatero ha destacado los avances en materia de derechos civiles que impulsó y ha criticado la gestión de la crisis económica.
Preguntado por si participaría en una reunión igual con Pedro Sánchez, Iglesias ha dicho no tener "ningún problema", porque "estas cosas no se hacen por simpatía, sino por responsabilidad". "Cuando hablamos de situaciones como la de nuestro país , que existan vías de comunicación es necesario. Seríamos unos irresponsables si metiéramos la cabeza como una avestruz y no habláramos", ha zanjado.