Primero fue María Teresa Fernández de la Vega, quien, después de ocupar una secretaría de Estado con el 'biministro' Belloch en las postrimerías de 'reinado de Felipe González', fue elevada por Rodríguez Zapatero a la primera vicepresidencia del Gobierno, un cargo nada decorativo. Esta segunda etapa se ha caracterizado por el impulso igualitarista que también está calando en la oposición.
Esta segunda etapa socialista se ha caracterizado por el impulso igualitarista en pro de la mujer (ley integral contra la violencia de Género, ley de Igualdad), e incluso este gobierno tiene una dudosa pero significativa cartera destinada a tal fin. El PP, que nunca ha aceptado la discriminación positiva (aunque se ha plegado a las normas que imponen la paridad), no ha tenido más remedio, por razones estéticas, que marchar por el mismo camino en esta segunda legislatura de oposición, y los cambios han sido sustantivos: Soraya Sáenz de Santamaría, 37 años, es la nueva portavoz del PP en el Congreso, y María Dolores de Cospedal, 42 años, madre soltera, es secretaria general del PP, es decir, la número dos del partido. Ambas son abogadas del Estado.
Zapatero no ha querido ser menos y Leire Pajín, 31 años, es desde el sábado la nueva secretaria de Organización del PSOE (tercer puesto en la jerarquía del partido, una vez que José Blanco ha sido elevado a la vicesecretaría, el puesto que ocupó Alfonso Guerra y que, en su honor, quedó vacante desde que tuvo que dimitir del cargo poco después de salir del Gobierno en 1991).
Perfiles diferentes
Los perfiles entre las mujeres del PP y las del PSOE son sin embargo bien diferentes. Sáenz y Cospedal proceden de la administración. Soraya se estrenó profesionalmente en el gabinete del entonces ministro Rajoy, y ya pasó a formar parte del círculo íntimo de quien sería proclamado después su sucesor por Aznar.
Cospedal entró en política de la mano de Javier Arenas, a la sazón ministro de Trabajo, y desarrolló una brillante carrera como consejera de Transportes en la Comunidad de Madrid. Ambas llegaron, pues, a la política seducidas y arrastradas por su propia valía y por las circunstancias, en tanto Leire Pajín ascendió voluntariosamente desde la base.
Hija de maestros politizados, se afilió al PSOE a los quince años y ha subido todos los peldaños de la militancia hasta brillar por sí misma: fue elegida diputada por Alicante en el 2000, a los 23 años, poco antes de que su amigo Rodríguez Zapatero, que la había incluido en su movimiento ?Nueva Vía?, consiguiese ser elegido secretario general del PSOE, poco después de que Almunia se diese un espectacular batacazo en las elecciones generales de aquel año, en que el PP consiguió mayoría absoluta.
Soraya y Cospedal provienen, pues, de la oposición difícil y de la brillantez acreditada, en tanto Leire pertenece a esa categoría de ?animales políticos? curtidos en la brega, en el debate y en la ambición. Leire, abogada, no ha aprendido la política en los libros sino en la calle, en las asambleas de facultad, en los órganos del partido, en el propio Congreso de los Diputados. Unas y otra pertenecen, pues, a esferas opuestas, a modelos distintos, a trayectorias convergentes pero esencialmente diferentes.
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