Bogotá, 2 jul (EFE) .- La ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y once soldados y policías recobraron hoy la libertad tras una inédita operación militar, cuyo feliz desenlace fue celebrado por Colombia y numerosos Gobiernos.
El rescate se logró gracias a la "Operación Jaque" que puso en marcha el Ejército luego de infiltrar a las FARC y hacer creer a dos rebeldes que cuidaban a los cautivos que iban a una cita con el máximo jefe rebelde, alias "Alfonso Cano".
La acción militar, que se cumplió sin efectuar un solo disparo, se desarrolló en los departamentos selváticos del Guaviare (sur) y Vaupés (sureste), desde donde los liberados fueron trasladados a Bogotá, mientras los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves fueron llevados inmediatamente a su país.
"Estamos muy contentos, muy alegres, este es un gran golpe que nos debe alegrar a todos y al mundo entero", afirmó el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, al comunicar el resultado de la operación, que tuvo eco en todo el mundo.
Además de Betancourt y los tres estadounidenses, fueron liberados los militares y policías Juan Carlos Bermeo, Raimundo Malagón, Erasmo Romero, José Ricardo Marulanda, William Pérez, José Miguel Arteaga, Armando Flórez, Vaney Rodríguez, Jairo Durán, Julio Buitrago y Armando Castellanos, según una lista leída por Santos.
Con el rescate de estos 15 rehenes, el grupo de secuestrados que las FARC considera "canjeables" por guerrilleros presos se redujo hoy a tres civiles y 22 militares y policías.
Horas después y tras seis años y medio de un secuestro que movilizó a miles de personas en todo el mundo que pedían su libertad, Betancourt, delgada, ataviada con un chaleco y un sombrero militar, llegó a Bogotá junto al grupo de soldados y policías que sufrió junto a ella el cautiverio, algunos durante casi diez años.
Betancourt, que como candidata del partido Oxígeno iba a competir en las elecciones de 2002 con el ahora mandatario Álvaro Uribe, pero no pudo presentarse pues fue secuestrada durante la campaña, fue recibida por su madre, Yolanda Pulecio, tan pronto descendió de la escalera del avión y ambas se fundieron en un abrazo.
Ingrid, quien se convirtió en el símbolo viviente del trágico conflicto colombiano, aseguró que la operación militar que permitió el rescate de los secuestrados "fue absolutamente impecable" y elogió la política de seguridad del presidente Uribe, muchas veces criticada por su madre, Yolanda Pulecio, durante su cautiverio.
Su reelección "ha sido muy buena para Colombia", aunque "eso no quiere decir que comulgue con todo lo que dice", dijo.
"Agradezco a Dios y a los soldados de Colombia", destacó emocionada la política en sus primeras declaraciones a la emisora de las Fuerzas Militares, que fueron retransmitidas por distintas cadenas de radio del país.
También habló al pie del avión que la trajo a Bogotá con doce de los quince liberados, y aseguró que no olvidará a quienes siguen secuestrados.
Si la liberación no se consigue por la vía de la negociación, hay que tener "confianza en las Fuerzas Militares", dijo.
"Gracias al Ejército mío, de mi patria Colombia, gracias por la impecable operación (de rescate), la operación fue perfecta", sostuvo la ex candidata presidencial, en una rueda de prensa que concedió en el aeropuerto militar de Catam, de Bogotá.
Betancourt destacó el apoyo de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, para la paz de Colombia.
"Creo que la intervención de Chávez y de Rafael Correa es muy importante. Pienso que son aliados importantes en este proceso, pero bajo un condicionante que tiene que ser el respeto de la democracia colombiana", representada por Uribe, subrayó.
"Los colombianos eligieron a Álvaro Uribe, no eligieron las FARC", manifestó la ex candidata.
Betancourt también hizo algunos comentarios en francés, dio las gracias a Francia, así como a la comunidad internacional y a la prensa por lo que definió como "esta victoria".
Confesó, igualmente, que uno de sus deseos es ir muy pronto a Francia, y agradeció las gestiones del presidente de ese país, Nicolas Sarkozy, y de su antecesor, Jacques Chirac.
"Quiero ir rápidamente a Francia a abrazarlos. Decirles que estoy con ustedes allá. Quiero decirles a través de ustedes, gracias al presidente Sarkozy, que ha hecho todo por mí, por mi familia, por mis hijos. También al presidente Chirac, gracias, muchas gracias", declaró Betancourt en la base militar de Catam, en Bogotá.
Se le quebró la voz al recordar a su padre, Gabriel Betancourt, fallecido en 2002, pocos meses después de su secuestro.
Relató cómo fue la operación, algunos de cuyos momentos definió como "surrealistas", y admitió que sintió "mucha lástima" cuando en el helicóptero que los rescató vio tendido en el suelo y con los ojos vendados al jefe rebelde que los vigiló durante más de cuatro años, a quien definió como "tan cruel, tan humillante, tan déspota".