Política

Mugabe, centro de todas miradas en una cumbre donde no se habló de Zimbabue

Sharm el Sheij (Egipto), 30 jun (EFE).- El presidente zimbabuense, Robert Mugabe, acaparó hoy todas las miradas en la XI cumbre de jefes de Estado de la Unión Africana (UA), que se celebra en Egipto, donde no se llegó a tratar la crisis política de Zimbabue.

De hecho, de lo que hoy más se habló en la cumbre, que tiene lugar en la localidad costera egipcia de Sharm el Sheij (en el sur del Sinaí) fue de los problemas del agua en el continente y de los objetivos del milenio, mientras que los numerosos periodistas congregados esperaban ansiosos a que Mugabe apareciera para hacer alguna declaración.

Pero ni Mugabe abrió la boca durante los discursos oficiales, ni los dirigentes africanos trataron la crisis política de Zimbabue durante las sesiones de la conferencia, que se prolongará hasta mañana, martes, y en la que participan 53 delegaciones.

Sin embargo, el recién reelegido presidente zimbabuense protagonizó una anécdota en la que hizo gala de su temperamento y que quedará como la foto del día:

Y es que no habló, sino que gritó para insultar a un grupo de periodistas británicos que lo interpelaron en los pasillos del centro de conferencias de Sharm el Sheij, según pudo constatar Efe.

"Estúpidos británicos", bramó Mugabe, de 84 años cuando unos periodistas del Reino Unido se le acercaron para felicitarle por "robar las elecciones" de su país.

El altercado se produjo durante el descanso de las sesiones cuando un reducido grupo de periodistas, entre ellos algunos británicos, aguardaban en los pasillos del centro de conferencias la aparición estelar del mandatario zimbabuense.

Y cuando por fin lo hizo, desde luego que no pasó desapercibido: Mugabe, que se dirigía hacia el área de descanso dispuesta para los jefes de estado, se vio rodeado de una nube de redactores y fotógrafos que le cortaron el paso para tomarle declaraciones.

Preguntado por uno de esos periodistas sobre los fundamentos sobre los que se mantiene como presidente, Mugabe respondió que no contestaba a "preguntas estúpidas".

Y se marchó de vuelta a la sala, sin llegar a la de descanso, mientras sus escoltas forcejeaban con los periodistas para alejarlos del presidente, que no volvió a aparecer ante los medios.

En cuanto al resto de mandatarios, pocos dirigentes africanos se mostraron dispuestos a hablar sobre Zimbabue durante la conferencia, en la que precisamente se enfrentan al reto de dar una respuesta unificada al problema.

Mientras que países como Kenia han instado con anterioridad al despliegue de tropas de la UA para intentar resolver la crisis de Zimbabue, otros como Libia optan por una salida negociada entre el gobierno y la oposición.

"No creo que lo que Zimbabue necesite ahora sean tropas africanas", dijo hoy a Efe el ministro de Estado libio para Asuntos Africanos, Alí Treiki, quien se mostró a favor de la negociación y en contra de la imposición de sanciones.

A pesar de la disparidad de opiniones, el presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping, hizo un llamamiento durante su discurso de inauguración a "asumir entre todos responsabilidades sobre la crisis política en Zimbabue".

"Debemos hacer todo los posible para ayudar a Zimbabue y vencer los retos que ello representa", dijo Ping.

Mugabe ha viajado a Egipto tras jurar ayer el cargo como presidente de Zimbabue después de unas controvertidas elecciones, celebradas el viernes pasado, a las que se presentó como único candidato al retirarse su único contrincante, Morgan Tsvangirai.

El régimen de Mugabe, que ha gobernado ininterrumpidamente en Zimbabue desde su independencia del Reino Unido, en 1980, ha reprimido duramente a sus contrincantes, después de que el opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) ganara la primera vuelta de las elecciones del pasado 29 de marzo.

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