Política

Tania Sánchez vence contra viento y marea

Tania Sánchez, en un programa de televisión. Imagen: Archivo

Dos años después de su derrota en la novena Asamblea de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez Melero (Madrid, 1979) se ha hecho hoy finalmente con las riendas del partido, al que representará en las próximas elecciones autonómicas tras dos semanas de polémica interna sobre su figura.

Y lo ha conseguido contra viento y marea, porque las informaciones sobre presuntas irregularidades en su etapa como concejal de Rivas Vaciamadrid -el mayor feudo de IU en España- y los recelos que ha despertado su relación personal con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, han colocado sobre ella el foco informativo del proceso interno.

Diputada de la Asamblea de Madrid y habitual tertuliana televisiva, a pesar de su aparente juventud Tania Sánchez está en primera línea política desde hace diez años, cuando tenía 25 y era ya "número dos" de la candidatura de IU encabezada por Fausto Fernández.

Diplomada en Educación Social, Sánchez se curtió en la atención a jóvenes drogodependientes como educadora social en el centro de atención de Batán y la 'narcosala' Barranquillas.

En 2003 inició su carrera como asesora del grupo municipal de IU en Rivas Vaciamadrid y dos años después se convirtió en asesora de participación ciudadana y cooperación municipal.

Antes, en 2004, accedió a la dirección regional de IU, y cuatro años más tarde a la Presidencia y Consejo Político federal de Izquierda Unida.

Partidaria de pactar con Podemos

Defensora acérrima de la "confluencia" de las fuerzas de izquierda, Sánchez ha atravesado en las primarias de IU en Madrid múltiples baches, como las informaciones sobre presuntas adjudicaciones irregulares en su etapa municipal y las críticas veladas de los compañeros de partido que observan con recelo su actitud hacia la convergencia con otras fuerzas y Podemos.

Pero ella también ha dado guerra, como sus denuncias contra la anulación de inscripciones de simpatizantes que la dirección calificaba de "infiltrados" de Podemos.

La diputada autonómica reclama "un tiempo nuevo" para su formación convencida de que será una "parte imprescindible del proyecto de cambio" en la Comunidad de Madrid, siempre abierta a alianzas con otros sectores de la izquierda.

Convencida de que todas las organizaciones políticas, incluso IU, atraviesan "un momento de cambio" y una "crisis generacional", Sánchez es firme defensora de las alianzas con otros partidos y organizaciones de la izquierda como Ganemos Madrid.

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