
La comisión de Presidencia y Régimen Interior del Ayuntamiento de Barcelona ha instado a Madrid a que retire la estatua que homenajea a Blas de Lezo, almirante que bombardeó la capital catalana durante el asedio de la ciudad por parte de las tropas felipistas durante la Guerra de Sucesión.
El grupo de UpB -donde se integra ERC- ha presentado una moción que se ha aprobado con el voto de CiU e ICV-EUiA, donde lamenta que se haya hecho un acto conmemorativo a De Lezo y pide que se retire su estatua, cuya inauguración coincide con el conjunto de actos que se han hecho en Cataluña para recordar los 300 años de la caída de Barcelona, que tuvo lugar en el 11 de septiembre de 1714.
El monumento está situado en la plaza de Colón de Madrid, y se trata de una estatua de bronce obra de siete metros de altura del escultor madrileño Salvador Amaya, y en su inauguración asistieron entre otras autoridades el Rey Juan Carlos I; el jefe de Estado Mayor, Jaime Muñoz Delgado; la alcaldesa de la ciudad, Ana Botella, y el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle.
La escultura, en bronce, de casi ochenta centímetros de altura, refleja, con rostro serio y sereno, al gran marino español del siglo XVIII nacido en la localidad guipuzcoana de Pasajes.
Su cuerpo mutilado, con una pata de palo y sin un brazo, con su espada al cinto, ocupará un lugar destacado en los jardines de la emblemática plaza de Colón de Madrid, en un gesto que trata recuperar y dar reconocimiento a una figura a la que la historia relegó pese a su vida de héroe, su valor y sus triunfos bélicos.
El "mediohombre"
"Mediohombre" ya fue protagonista hace un año de una importante exposición en el Museo Naval que buscaba darle reconocimiento institucional, contando sus hazañas, entre las que ocupa un lugar destacado la victoria en Cartagena de Indias cuando las tropas por él comandadas ganaron una difícil batalla contra los ingleses.
Frente a 195 barcos ingleses capitaneados por el almirante Edward Vernon, la flota española contaba con doce barcos, de los cuales sólo seis eran de guerra; pese a la enorme desproporción de fuerzas, la capacidad estratégica de Blas de Lezo impidió una derrota que a priori se daba por segura.
La llave de América
Además, su victoria fue decisiva porque evitó que España perdiera la llamada "llave de América" y que los ingleses pudieran hacerse con los territorios americanos de la Corona española.
Pese a ello, Blas de Lezo y Oalavarrieta, cojo desde los quince años y que no conoció la derrota en los más de 20 combates en los que participó, nunca tuvo la consideración que merecía; falleció el mismo año de su principal gesta.
Mientras sus restos descansan en una tumba sin nombre en Cartagena de Indias (Colombia), el almirante Vernon fue enterrado con todos los honores en la Abadía de Westminster, en Londres.
El monumento con su efigie de la madrileña plaza de Colón dará fe a partir de ahora de la memoria de quien fue uno de los mejores marinos de la Armada Española.
Para culminar el proyecto del monumento, sufragado por cuestación popular, se creó un grupo de trabajo en el que también participaron la Armada Española, la Real Academia Española, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Real Academia de la Historia, la Casa de América y el Instituto de Estudios Madrileños