La acusación que los medios han formulado contra Monago -habría realizado 32 viajes a Canarias, pagados por el Senado, de carácter privado- ha sido rebatida hoy de manera incompleta por el presidente extremeño, después de diversas reacciones en los últimos días que le llevaron a afirmar que devolvería el dinero gastado, lo que suponía aceptar que había cometido la irregularidad. Lea aquí toda la comparecencia y las reacciones.
En su comparecencia de hoy, Monago ha asegurado disponer de una certificación del Senado que acredita el pago por la cámara de 16 viajes -32 trayectos- en un periodo de 19 meses, así como de un extracto de su propia Visa que refleja otros 22 viajes en el mismo plazo. Aquéllos serían de trabajo y éstos de carácter privado.
Además, ha comenzado a recordar algunas actividades públicas que mantuvo en las islas, y que podrían justificar dichos desplazamientos oficiales. Si es así, y puede demostrarlo fehacientemente, no hay nada que reprocharle.
Pero para que nos convenzamos todos es preciso que haga públicos los documentos que exhibe y que no entrega con el argumento de que son pruebas para su defensa. Faltan, en definitiva, explicaciones convincentes, que al menos su propio partido debería certificar.
Porque la cuestión es muy simple: si hubo algún viaje privado pagado con fondos públicos, la dimisión es inexcusable. En caso contrario, los medios que le acusaron deberán pedirle disculpas. Todo lo demás que explica el señor Monago -su austeridad, sus principios, etc.- puede ahorrárselo porque, en política, la ejemplaridad es una obligación y no un mérito.
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El Senado certifica 16 viajes de Monago