No todos los escritos dedicados a Pablo Iglesias ponderan las virtudes del líder del último fenómeno de la política española, Pablo Iglesias. Enrique Riobóo, periodista, fundador de Canal 33 (televisión local de Madrid), el mismo medio que dio a conocer al profesor de Políticas en La Tuerka, descubre en cientos de páginas la cara oculta del eurodiputado. Un texto, el último, en el que Iglesias no sale bien parado. "Dosis de mala educación, un ego desbordante que no cabe en ningún plató, y una traición a sus ideas", son algunos de los calificativos.
"Su pensamiento, sus métodos, su provocación, su cinismo...". Así define Riobóo a uno de los principales acicates de la tertulia La Tuerka, donde Iglesias se dio a conocer mediáticamente.
La cara oculta de Pablo Iglesias, explica Riobóo en una entrevista, describe el cambio que ha experimentado el político desde las elecciones europeas, a un vez elegido eurodiputado. "He vivido como Iglesias desprecia a los madrileños... Es un oportunista que se aprovecha de la necesidad de mucha gente, de la ruina de muchas personas, para alimentar su ego personal", manifiesta.
"No creo que Pablo acabe con nada -sentencia en las páginas de La cara dura-. Pablo se rodea de su banda. Funciona como un indeseable aparato de partido político tradicional".
Lejos de querer influir en el voto de los electores, -matiza el autor-, "el voto a Pablo Iglesias dependerá del trabajo que desarrollen los demás partidos políticos, y hasta ahora, parecen empeñados en hacerlo muy grande".
Un Lazarillo del siglo XXI
"Vivimos tiempos de mentiras -mantiene la editorial de La cara oculta de Pablo Iglesias-, de manipulación, de postureos, y, lamentablemente, muchos funcionan. A lo largo de estas páginas veremos cómo la mentira y la manipulación se abren paso con demasiada facilidad. Y las televisiones no somos ajenas a ello".
"La cara oculta de Pablo Iglesias -sostiene Vive Libro- pretende desmontar el mito que se está creando en torno a un personaje que sería más propio de El Lazarillo de Tormes: un buen comunicador, un mensaje simple que mucha gente necesita escuchar, y un grupo de viejos tertulianos incapaces de desmontarle, de contraargumentar y desnudar sus ideas, su personaje".
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Del certero diagnóstico a la falta de respuestas