
Las incógnitas de la ecuación se van despejando. Ayer, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, realizó el que seguramente será su último discurso como president en un debate de política general en el Parlament. En su intervención, Mas se saltó el discurso que tenía escrito y sorprendió a los diputados al abrir la puerta a convocar elecciones anticipadas si el 9 de noviembre no se puede celebrar la consulta soberanista con plenas garantías democráticas. "Si se puede, me gustaría acabar la legislatura cuando toca, a finales del año 2016, pero para que esto sea así se ha de votar el 9-N y se ha de votar con plenas garantías democráticas", aseguró.
Para que se celebrara la consulta tal y como pide Mas, sería necesario que el Gobierno español no la recurriera ante el Tribunal Constitucional o que éste rechazara el recurso que ya ha anunciado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Pese al anuncio, Mas tiene previsto que el Parlament apruebe la ley de consultas este viernes, para convocar la consulta el próximo lunes 22 o martes 23, lo que de inmediato debería provocar el recurso del Gobierno.
A partir de ese momento, Mas, como presidente de la Generalitat, tiene la potestad de convocar elecciones anticipadas y fijar la fecha de celebración. Muy probablemente, las elecciones las convocará para el próximo mes de febrero, para dar tiempo a CiU a que rediseñe su discurso político y el caso Pujol quede más lejano en el tiempo.
Despedida y distancia de ERC
Aunque Mas no quiso dar por perdido su objetivo de votar el 9-N, lo cierto es que su discurso tuvo un fuerte componente de despedida y, sobre todo, de reposicionamiento de CiU respecto a ERC y la independencia.
Sorprendentemente, el president aseguró que "Cataluña no se ha cansado de España" sino "del trato que recibe del Estado español". También recordó que la pregunta triple de la consulta plantea "mantener el estatus quo actual; una transferencia grande de poderes dentro del marco del actual Estado; o un Estado independiente".
Aunque personalmente Mas ha apostado públicamente por la independencia, dentro de CiU la segunda opción gana peso frente al independentismo. Dentro del grupo nacionalista se teme una clara victoria electoral de ERC en caso de que CiU se apunte abiertamente a la opción independentista y los sectores más moderados ya están presionando para recuperar la tradicional moderación de que ha hecho gala este partido durante años.
Finalmente, Mas también le recordó a ERC que "el resultado de la consulta no está escrito" y, para sorpresa de los oyentes defendió una España plurinacional. "Votar el 9-N con garantías democráticas también es bueno para España. Significaría que España entierra definitivamente la vieja España para redescubrirse tal como es realmente: plurinacional", aseguró.
En esta nueva línea, el president incluso reconoció que "España tiene una grave crisis constitucional" y que "las fuertes movilizaciones en Cataluña son la expresión más evidente". También aseguró que no existe un "choque de trenes" entre España y Cataluña, sino que en el fondo "hay un alejamiento de trenes", porque Cataluña y el Estado van por vías diferentes".
En esta línea, recordó que Cataluña carece de los recursos financieros para hacer frente a su autogobierno y que el Gobierno está llevando a cabo un "proceso de recentralización" de las competencias autonómicas. Además, acusó al Ejecutivo de incumplir una ley española como es el Estatut. Hoy prosigue el debate en el Parlament.