
El expresidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves ha admitido este jueves que "no tenía confianza en la manera en que se estaba haciendo la instrucción" del caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos por parte de la juez Mercedes Alaya y, por otro lado, ha lamentado las "interferencias políticas" del caso, con el que se ha intentado "ensuciar la imagen" del PSOE-A por "ser el partido que levantó Andalucía durante años". El PP llama "hipócritas" a Chaves y Griñán por acudir "voluntariamente" al TS
Chaves ha reconocido que, pese al "respeto" que le merece la justicia y la propia Alaya, piensa que la instrucción del caso ERE se está haciendo de una manera "subjetiva y muy discutible", por lo que ha celebrado que la magistrada sevillana haya elevado la causa relativa a las personas aforadas -entre las que se encuentra "señalado" junto con el expresidente José Antonio Griñán y otros exconsejeros del Gobierno andaluz- al Tribunal Supremo para poder salir del "limbo jurídico" en el que estaba desde septiembre de 2013 y "defenderse".
Tras asegurar, como ya hizo ayer, que quiere declarar de manera "voluntaria" ante el Alto Tribunal si este asume las competencias para ello, Chaves ha recordado que ya eran "muchas voces e incluso instancias judiciales" las que habían dicho que esta parte del caso se tenía que elevar al TS y que, sin embargo, la jueza ha tardado meses en hacerlo. SE ACABÓ EL LIMBO JURÍDICO
Aunque no ha querido entrar en el por qué de esta tardanza, sí que ha asegurado que "Alaya no tenía ninguna razón para retener tanto tiempo" el caso en su poder "cuando había suficientes razones" para enviarlo al Supremo. Sobre todo, según ha insistido el socialista, porque una vez que él y el resto de aforados fueron "señalados" --"no imputados ni procesados ni preimputados", ha apostillado a modo de aclaración-- han estado meses en una situación de "indefensión" y en un "limbo jurídico".
La tranquilidad de Chaves
Manuel Chaves ha dicho que tiene "la conciencia tranquila" y declarará de forma voluntaria ante el Supremo sobre los ERE investigados en Andalucía y ha rechazado que se haya producido "ni confabulación ni conspiración para montar una trama para que otros pudieran delinquir".
"Mientras yo era presidente de la Junta de Andalucía, en el consejo de Gobierno no se han tomado decisiones políticas ilegales", todas han sido "escrupulosamente respetuosas con las leyes y con todos los trámites exigidos por las leyes", ha subrayado Chaves en una entrevista en la Cadena Ser, en la que ha precisado que no está "intranquilo ni preocupado".
Chaves ha precisado que no tiene "confianza en cómo se estaba instruyendo la causa", ha reconocido que quizá en el procedimiento pudo haber más control, pero ha insistido en que fue "legal", por lo que ha rechazado posibles responsabilidades políticas y ha expresado su confianza en que el Supremo así lo confirme.
En su opinión es un caso que "ha tenido connotaciones políticas, ha sido una especie de proceso político judicial, en el que se ha tratado de destrozar a un partido que levantó Andalucía", ha dicho.
"En ningún caso aparece ningún atisbo ni de enriquecimiento ilícito ni de financiación ilegal del PSOE", ha subrayado Chaves, quien ha afirmado que no ha recibido "ningún dinero ni en blanco ni en negro, ningún sobresueldo".
"Me duele el daño a la Junta de Andalucía -ha afirmado- me produce preocupación y me avergüenzo de todo lo ocurrido porque durante unos años yo era presidente y será una losa que tendré que soportar durante muchos años, que algún colaborador mío haya defraudado dinero público".
Las declaraciones de Chaves, que ha dicho sentirse respaldado por su partido "a nivel andaluz y nacional", se producen después de que la jueza Mercedes Alaya remitiera parte de la investigación de los ERE fraudulentos al Supremo en los que, en 376 folios, detalla la posible implicación de nueve aforados: los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, así como siete exconsejeros, que, a su juicio, presuntamente conocieron las advertencias que llegaron al Consejo de Gobierno sobre las irregularidades en los pagos.
El PP habla de "ejercicio de hipocresia"
El vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, ha criticado el "ejercicio de hipocresía sin precedentes" de los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán en relación con los ERE y ha recordado que su sucesora, Susana Díaz, no estaba "muy lejos" de ellos.
En una entrevista en RNE, Floriano ha señalado que el interventor general de la Junta advirtió "en diecisiete ocasiones" de la existencia de un sistema "para ocultar el dinero público a su control".
Advertencias que llegaron a los Gobiernos que presidían Chaves y Griñán y de los que Susana Díaz no estaba "muy lejos", ha dicho el dirigente del PP, quien ha reclamado en este caso "más ejercicios de transparencia" y menos "de hipocresía".
Floriano ha dicho desconocer si hay alguna responsabilidad penal que se pueda deducir de la actuación de los expresidentes, pero ha subrayado que hay una responsabilidad política evidente -por acción o por omisión- en la creación de un sistema para ocultar el dinero público a los controles.
También ha criticado la posición del nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y ha puesto en duda su mensaje de "mano dura" contra la corrupción.
"Cada vez me recuerda más a Zapatero, dice lo que se espera que va a quedar bien", ha planteado.