Pedro Sánchez, elegido este domingo secretario general del PSOE con la votación directa de los militantes, ha pedido este lunes libertad e independencia para que su nueva dirección elija la fecha de primarias. Sánchez, quien ayer habló de unidad para unas listas ganadoras, ha reconocido que esta noche recibió la llamada del Rey y de Rajoy, y que pronto le pedirá una entrevista al presidente del Gobierno. Pedro Sánchez se reúne este lunes con Susana Díaz. Así fue la noche en la que Sánchez se hizo el nuevo líder del PSOE
"La fecha la vamos a decidir entre todos", ha dicho en varias entrevistas radiofónicas. Según ha dicho, él propondrá mantener la fecha de noviembre, pero la decisión la tomarán "entre todos" y que la "decisión última" la tiene el Comité Federal, el máximo órgano del partido entre congresos.
Un otoño cargado de trabajo
De hecho, ha avisado que se avecina "un otoño lo suficientemente cargado de hitos políticos con muchísima complejidad y desafíos importantes para España en los que el PSOE tiene que poner todo su trabajo político".
El nuevo líder socialista, que ha aprovechado para cargar contra las "medidas de la derecha que están causando muchísimo dolor", se ha fijado cómo tareas principales "construir una alternativa" al PP y "afrontar un proceso de cambio e ilusión" que lleve al PSOE a ganar las municipales y autonómicas de mayo de 2011.
A su juicio, el PSOE tiene que dejar los "debates endogámicos" y afrontar "de manera audaz" los problemas que tiene España. Con todo, ha garantizado que las primarias se harán, y de hecho ha recordado que él empezó a prepararse para competir en unas primarias abiertas, pero que fue la Ejecutiva actual la que "trastocó" ese calendario.
Por otro lado, ha adelantado que este lunes quedará con la presidenta andaluza, Susana Díaz, con la que también habló el domingo por la noche, pero no ha aclarado si le propondrá entrar en la próxima Ejecutiva Federal del partido.
¿Telonero de Díaz?
A pesar de que la propia Díaz dijo el domingo por la noche que no estaría en la Ejecutiva, Sánchez ha dicho que la presidenta andaluza es un "referente interno" para el PSOE pero también un "referente social" y que así lo demuestran los resultados del PSOE en Andalucía en las últimas europeas. También ha insistido en que el socialismo andaluz tiene que ser "central en el proceso de cambio que afronta el PSOE".
En todo caso, ha pedido esperar a sus conversaciones con ella y con el resto de secretarios generales del PSOE. En una entrevista en la Ser recogida por Europa Press, Sánchez ha afirmado que en todos ellos ha visto una "disposición extraordinaria para afrontar el proyecto de cambio y unidad que necesita el PSOE".
Preguntado si él es sólo el telonero de Susana Díaz, ha optado por responder que él ha sido "claro y coherente" con su trabajo que ahora hará una "Ejecutiva integradora" y "renovada" y un "proyecto ganador", "un proyecto solvente, sólido, de izquierdas, que no caiga en el populismo ni en la demagogia", porque cree que es lo que necesita España, "una izquierda ganadora que quiere gobernar y no se contenta con protestar".
La militancia con Sánchez
Rodedado a la militancia, y a sus espaldas por Rubalcaba, Madina y Pérez Tapias, Sánchez defendió ayer que el cambio que ahora comienza espera que sea "el principio del fin" del Gobierno de Mariano Rajoy.
Conocida la victoria de Sánchez en la consulta a la militancia, bajó al salón de actos de la sede federal del PSOE, donde esperaban decenas de militantes y también los otros dos candidatos, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, así como el secretario general saliente, Alfredo Pérez Rubalcaba, que fue el primero en tomar la palabra.
El ejemplo democrático del PSOE
Sánchez agradeció la participación de los más de 125.000 militantes que habían votado y les emplazó a responder "alto y claro y con orgullo" a quienes dicen que todos los partidos son iguales, que el PSOE responde a la crisis de la democracia "con más democracia, con más participación".
Enseguida los militantes le reclamaron unidad y el respondió "claro que sí, va a haber unidad". Agradeció la "excelente" campaña de sus compañeros y el haber tenido "el coraje" de presentarse y de haberse "dejado la piel" defendiendo su candidatura. "Aspiraba a ser el secretario general de la unidad y lo voy a ser", aseguró, garantizando que contará con ellos para "reforzar" esa unidad.
Agradeció también a Rubalcaba y a la Ejecutiva saliente haber propiciado este proceso, "una puerta que ya no se va a cerrar nunca jamás" porque los próximos secretarios generales serán elegidos por el voto directo de los militantes. Convocó a los militantes a la "inmensa" tarea que el PSOE tiene ahora por delante porque el partido necesita "el entusiasmo y la experiencia de todos" y también a las mujeres como "pieza indispensable" del cambio.
En el PSOE que quiere construir, explicó, "no sobra nadie, al contrario, falta gente", por lo que todo aquel que quiera "arrimar el hombro" tendrá la bienvenida del secretario general. El primer reto que expuso Sánchez fue "recuperar nuestra seña de identidad", volver a ser un partido de mayorías, que no se contenta con "protestar" sino que aspira a gobernar para proteger a los más débiles, garantizar la unidad y la pluralidad de España, y asegurar una voz nítida en Europa. Se comprometió también con mayor poder y participación de la militancia, "rejuvenecer" al partido pero con una alianza entre generaciones, con definir un proyecto "laico" y con la modernización de España y de Europa mediante un partido comprometido con los trabajadores, con la regeneración democrática y el medio ambiente, y con una Ejecutiva "tan a la izquierda como la militancia de base".
Aseguró además que será "implacable" contra la corrupción porque quiere que el PSOE sea el partido "de la honradez intransigente", y que no le temblará el pulso en esa lucha. Los enemigos del PSOE, aseguró, son la desigualdad, la pobreza, la falta de trabajo, la precariedad laboral, la injusticia "como la que está sufriendo el pueblo palestino en Gaza", la violencia de género, y todas las ideologías que no creen en la libertad de las mujeres o que rechazan la riqueza que aporta la diversidad a la unidad de los pueblos de España.
Mensaje a los jóvenes que están fuera de España
Se comprometió a pelear para que los jóvenes preparados que se fueron de España por falta de oportunidades regresen a la "vanguardia" del crecimiento y a recuperar también a los parados mayores. No puede haber una generación "perdida", dijo, ni tampoco "olvidada".
"Somos socialistas, no nacionalistas", proclamó, y "los valores del PSOE son la igualdad, la justicia social, la democracia y la ejemplaridad, y sobre ellos hay que construir el nuevo proyecto". Abogó también por "seguir estrechando lazos" con el PSC, y aprovechó para felicitar a Miquel Iceta, a quien los militantes han elegido también este domingo primer secretario tras la dimisión de Pere Navarro. Reivindicó el papel de los sindicatos, especialmente de UGT, y se comprometió a ser "audaz" en las propuestas y "coherente" en el ejercicio de la política, para recuperar con ello la confianza de los ciudadanos.
Un partido con aspiración de Gobierno
El PSOE, dijo, es el único partido que puede gobernar con un proyecto progresista "que no caiga en el populismo ni en la demagogia", y si hace las cosas bien ganará las próximas elecciones. Se declaró "a vuestro servicio y al de España, humilde pero orgulloso", consciente del reto que tiene por delante pero resuelto a afrontarlo.
El cambio que comienza será "el principio del fin de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno". Rubalcaba "consciente" de lo que implica ser el primer secretario general del PSOE elegido en voto directo por los militantes, y de que a partir de ahora tendrá el respaldo "del cien por cien" de esa militancia. Rubalcaba agradeció la participación de los militantes y también la labor de los otros dos candidatos, porque era "muy importante que hubiera competencia democrática, debate, discusión".