Política

Felipe VI, el último cartucho de Artur Mas para reflotar el poder de CiU

Artur Mas, presidente de la Generalitat.

Ha pasado del amago de no asistir a la proclamación del nuevo rey, a considerarle clave para reflotar el prestigio e influencia perdidos de CiU en los dos últimos años. Artur Mas trata por todos los medios de concertar una reunión esta misma semana con Felipe VI para hacerle partícipe de sus intereses y convertirle en mediador en el proceso soberanista catalán con el Gobierno central.

En política, una cosa son las apariencias, y otra, las estrategias. Esta diferencia ha quedado patente en los últimos movimientos de Mas en relación a la Corona. A punto estuvo de perderse la proclamación de Felipe VI, y ni siquiera le dedicó un aplauso digno en el Congreso de los Diputados.

Sin embargo, es Artur Mas quien más necesita la complicidad del nuevo monarca para desatascar el punto muerto en el que CiU sigue hundiendo su proyecto independentista.

Como relata el diario El Confidencial, el presidente catalán tiene numerosas razones para necesitar del puente inigualable que podría suponer Felipe VI en la gestión de la crisis. Por una parte, sería su último recurso para romper la firmeza e inflexibilidad de Rajoy, que se ha mantenido sin ceder un centímetro en su misma posición con respecto a la consulta que piden los partidos catalanes argumentando la ilegalidad de la misma. Mas necesita de un acercamiento con Rajoy, algo a lo que el nuevo rey podría ayudarle.

Por otra parte, las tentativas de ruptura por parte de Uniò,  tradicional socio de CDC en el gobierno, acosan con mayor intensidad cada día al 'president'. Duran i Lleida, que apoya una consulta legal, aunque no está a favor de la independencia, lleva avisando desde hace meses de que la cuerda está a punto de romperse, y amenaza con su propia dimisión.

Acercarse a este aspecto más conservador de Uniò favorable a la monarquía reforzaría el lazo ahora endeble que une a ambas formaciones desde hace años.

El poder que pierde Mas

La credibilidad de CiU como partido de influencia y de gobierno está también en juego. La debilidad que está mostrando Mas sin poder desatascar la consulta solo favorece a los partidos republicanos y abiertamente independentistas, además de a la figura de la ANC. La Asamblea Nacional de Cataluña, una entidad al margen de las instituciones, adquiere un mayor peso con el paso de los meses y amenazan con sacar urnas a la calle el día 9 de noviembre aunque la consulta sea frenada por el Tribunal Constitucional.

Una demostración de fuerza de voto por parte de la sociedad catalana, pese a la ilegalidad, haría mella igualmente en la figura de Artur Mas y su partido.

El objetivo final, apunta El Confidencial, citando a fuentes políticas, no sería otro que mantener el poder en Cataluña, y para eso, Mas necesita demostrar que puede salir airoso del conflicto enquistado. Felipe VI y su complicidad, parece, por tanto, su última oportunidad.

Este plan de Mas, sin embargo, ha sido muy criticado por Duran i Lleida, que apuesta por no solicitar en público la acción del nuevo rey para que su influencia pueda ejercerse de manera más eficaz en privado.

"Cuanto más se lo pidamos públicamente, más limitaremos su capacidad de intervenir privadamente", avisó Duran en su carta web semanal, justo el día después de que el presidente de la Generalitat expresara su convencimiento de que Felipe VI mediará para intentar facilitar el diálogo entre el Gobierno central y el catalán.

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