
Susana Díaz zanjó este martes, tras diez días de negociaciones y deliberaciones, el debate suscitado por buena parte del aparato del PSOE para que fuera ella la próxima secretaria general en sustitución del saliente Alfredo Pérez Rubalcaba. La presidenta de la Junta anunció que no va a presentarse a las primarias del 13 de julio, en las que los 200.000 militantes del partido elegirán a su secretario general, que será ratificado en el congreso extraordinario del 26 y 27 de julio. |
Díaz señaló a la Cadena Ser que ha primado dar "estabilidad" al gobierno andaluz de coalición con IU y entiende que desde esa posición es como mejor puede apoyar al PSOE a superar sus pésimos resultados electorales del pasado 25 de mayo, que provocaron la salida de Rubalcaba. Este, que ha mantenido una tirante relación con Díaz no exenta de desencuentros desde que la líder socialista accedió a la Junta en septiembre pasado, calificó de "coherente" su decisión. La presidenta, a quien el PP andaluz ha criticado reiteradamente que su verdadero fin está en dar el salto a Madrid, siempre ha respondido que su compromiso fundamental estaba con Andalucía.
En este sentido, otras fuentes socialistas y el propio PP apuntaban ayer que, ante las malas perspectivas electorales del PSOE cara a las elecciones parlamentarias de 2015 y ante los conflictos internos que dividen al partido, Díaz ha preferido que sea otro quien asuma el papel de liderarlo. Pese a ello, no ha expresado hasta ahora su preferencia -que será la del PSOE andaluz, la federación más potente por número de militantes, y delegados en el congreso- por ninguno de los candidatos. En liza están José Antonio Pérez Tapias (Izquierda Socialista), y previsiblemente el diputado por Madrid Pedro Sánchez y el número tres del PSOE en el Congreso, Eduardo Madina, este último apoyado por Rubalcaba. Sánchez dijo ayer que ha mantenido una conversación "muy cordial" con Díaz en los últimos días en torno al PSOE.
Además, fuentes socialistas andaluzas señalaron ayer que Díaz tampoco estará en la nueva ejecutiva federal ni ocupará el cargo de presidente del PSOE, que tradicionalmente ha ocupado el líder del partido en Andalucía. Su desmarque orgánico de la nueva etapa del partido en España es así total.