La votación el próximo miércoles en el Congreso de los Diputados de la ley orgánica que dará valor jurídico a la abdicación del Rey Juan Carlos será pública por llamamiento.
Será así porque lo han solicitado dos grupos parlamentarios, Izquierda Plural y el Grupo Mixto, y en aplicación del Reglamento del Congreso, ante esa petición debe establecerse ese tipo de votación.
Por tanto, la votación de esa ley no será, como es habitual, con el botón desde el escaño que se refleja en el panel electrónico. Al ser pública por llamamiento, cada diputado debe ponerse en pie en su escaño, al ser llamado por orden alfabético, y pronunciar en voz alta el sentido de su voto.
Los grupos que han solicitado ese método de votación pretenden con ello que todos los diputados "se retraten" al votar.
El PSOE llama a sus diputados al orden
El exministro socialista y eurodiputado electo Ramón Jáuregui confía en que su partido votará de forma "unánime" y "en favor" de la ley que regula la abdicación de Juan Carlos I y que posibilitará la proclamación del Príncipe Felipe como nuevo rey de España, que se votará el próximo miércoles en el Pleno del Congreso.
"Tengo la esperanza de que el voto del PSOE sea unánime en favor", ha señalado durante la presentación de su libro 'El país que seremos. Un nuevo pacto para la España posible' en Madrid, preguntado sobre la posibilidad de que algunos parlamentarios socialistas no apoyen la norma. "Lo veremos el miércoles", ha apostillado.
Jáuregui ha defendido la forma del Estado "fruto de un pacto" en 1978 que, a su juicio, sigue siendo necesario en 2015. Así, ha aclarado que el PSOE, en la Conferencia Política del pasado noviembre acordó no abordar una reforma de la Constitución en este sentido porque, según sus palabras, no hay un "consenso alternativo" a la monarquía parlamentaria.
"La paredes maestras de la Constitución no deben ser demolidas", ha aseverado, precisando que "requieren retoques pero no demolerlas". A pesar de que cree que la Carta Magna es "clave" y el "edificio" de la convivencia en España, Jáuregui ve necesario hacer una reforma constitucional "acotada", "limitada" y "con espíritu de pacto", y especialmente, ha hecho hincapié en el sentido federal de esa reforma.
De hecho, ha apostado por hacerla antes de septiembre de 2015, para que a finales de ese año esté listo ya un primer proyecto de reforma que pueda aprobarse por dos tercios de las actuales Cortes y de las que salgan de las próximas elecciones generales, tal como establece la propia Constitución. El proceso terminaría con la convocatoria de un referéndum para sancionar los cambios.