
El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, estableció hoy un paralelismo entre los referendos separatistas del este de Ucrania y la consulta soberanista a la que aspira el Gobierno catalán, al señalar que ambos son "ilegales" por ir contra una Constitución interna.
"En legalidad internacional, un referendo contrario a una Constitución interna no puede ser reconocido por la comunidad internacional, en cualquier tiempo o lugar", indicó García-Margallo al término del Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) que abordó la situación en Ucrania.
Según el responsable español, "por ser contrario a la Constitución y sólo por eso, sin otras consideraciones, no puede ser aceptado por la legalidad internacional".
Los ministros europeos aseguraron hoy que "no reconocerán" el resultado de las consultas separatistas celebradas el domingo por prorrusos en las regiones de Donetsk y Lugansk (sureste de Ucrania), al considerar que son "ilegítimas e ilegales".
Preguntado por si los mismos términos se pueden aplicar a la consulta soberanista planteada por Cataluña, García-Margallo respondió que esa es la posición de la UE, en línea con la expresada por las Naciones Unidas sobre el referendo separatista que tuvo lugar igualmente en la región ucraniana de Crimea y la opinión de la comunidad internacional.
"Por ser ilegal desde un punto de vista interno es ilegal desde un punto de vista internacional, es un principio general que se aplica en todas partes", dijo.
"Le aseguro que si croa como un pato y nada como un pato, es un pato. Si los dos (la consulta en el este de Ucrania y la catalana) son contrarios a las Constituciones internas de Ucrania y de España, no pueden ser reconocidos por la legalidad internacional", concluyó.
Acerca de la reacción de Moscú a esas consultas, el ministro consideró una "buena declaración" que Rusia haya dicho que respeta el resultado pero "no reconoce" su validez, "pese a la tasa alta de participación y de respuesta afirmativa" registrada.
Sobre la crisis ucraniana, García-Margallo manifestó su "preocupación" por que tras las elecciones presidenciales en Ucrania del 25 de mayo pueda cohabitar "un presidente cuyos poderes sean más débiles" con un Parlamento que, "al no ser renovado, refleja las fuerzas anteriores".