Pese a seguir mostrando una imagen férrea y decidida con respecto a la celebración de la consulta soberanista catalana el próximo 9 de noviembre, Artur Mas ya está estudiando opciones de retirada si el referéndum no puede celebrarse.
Según relata el diario El Mundo este domingo, Mas ha confesado a sus colaboradores más cercanos y a su esposa, su situación de agotamiento tras dos años de campaña infructuosa que parecen estancados en un punto muerto y con pocas opciones a su favor.
El presidente de la Generalitat se queja de la falta de apoyo por parte de ERC, que sólo se apunta al carro de la independencia; y de los votantes, muy exigentes con CiU pero con un sufragio final que irá dirigido a las formaciones más radicales con respecto al soberanismo.
El líder de CiU también ha admitido en sus círculos más íntimos el hartazgo con respecto a su partido y la política en general.
Un sucesor antes de las urnas
La carrera hacia la consulta parece haberse detenido por la férrea postura de no negociar sobre la misma que esgrime el Gobierno, y Mas es consciente de su realidad entre la espada y la pared. Si la consulta no llega a producirse, estudia abandonar la vida política nombrando a un sucesor que continúe pilotando Cataluña.
Según El Mundo, entre las opciones que baraja se encuentran bien posicionados Xavier Trias, alcade de Barcelona; los consejeros Germá Gordó y Santi Vila; y el actual consejero de Presidencia, Francesc Homs, que representa la vía más continuista.
Si el 'president' decide continuar en el cargo tras el fracaso de la consulta, se verá obligado a convocar unas elecciones plebiscitarias en las que ERC tendría todas las que ganar y dejaría así a CiU sin ninguna salida.
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Mas: "No se lo pondré fácil a España"