
Durante muchos años, el célebre maestro de las ondas Luis del Olmo ha pedido en repetidas ocasiones que Adolfo Suárez se merecía un homenaje por su papel en la transición y que una manera de dárselo era cambiar el nombre del aeropuerto de Barajas, el mayor hub de la red aérea española, por el del político fundador de la UCD (Unión de Centro Democrático).
Como suele pasar con personajes clave en la historia, a pesar de las peticiones los homenajes se suelen realizar cuando fallecen. Así ha ocurrido con Adolfo Suárez, que tras dejarnos el pasado 23 de marzo tras una larguísima y crónica enfermedad, el BOE del 26 de marzo publicaba el cambio del nombre del aeropuerto de Barajas por el de Adolfo Suárez Madrid- Barajas.
No es la primera ni la última vez que se homenajea de esta manera a un político. Al menos una docena de grandes aeropuertos internacionales de todo el mundo tiene nombre de un político relevante. John Fitzgerald Kennedy, Charles de Gaulle, Ronald Reagan... son algunos ejemplos de reconocimientos a estadistas legando su nombre a un aeropuerto.
En otras ocasiones ocurre al contrario. En 1980, se inauguró la terminal del aeropuerto de Asunción en Paraguay, con el nombre de Aeropuerto Internacional Presidente Stroessner, en honor del entonces presidente de la república Alfredo Stroessner, que implantó en el país un régimen militar. Pero en 1989 un golpe de Estado lo derrocó y el aeropuerto se redenominó con el nombre de Silvio Pettirossi, un pionero de la aviación paraguaya.
JFK, De Gaulle, Mandela...
La actualidad de un país no deja indiferente a sus grandes infraestructuras. Por eso, cuando el 22 de noviembre de 1963 era asesinado el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, ni un mes tardaron las autoridades norteamericanas en cambiar la denominación del mayor aeropuerto de Nueva York, en aquellos momentos bautizado con el nombre de la ciudad a la que abastecía de conexiones aéreas, por el de JFK.
Algo parecido ocurrió en Francia tras el fallecimiento de Charles de Gaulle, uno de los héroes de la resistencia francesa desde su exilio británico contra los nazis y presidente de la República durante diez años. Aprovechando la construcción de esta nueva infraestructura en la localidad de Roissy, a 25 kilómetros de la capital parisina, se decidió poner el nombre del célebre General al aeropuerto al inaugurarse en 1974.
Bastante más tiempo tuvo que esperar Elefhterios Venizelos para que Grecia reconociera la labor de su político más importante en la época moderna y primer ministro del país heleno entre 1910 y 1915. El nuevo aeropuerto internacional de Atenas se inauguró el 29 de marzo de 2001, ya con su nombre y tras pasar 65 años desde su fallecimiento.
Llama la atención que personajes históricos como Nelson Mandela no hayan sido profetas en su tierra en lo que a nombre de aeropuertos se refiere y haya tenido que ser Cabo Verde el país que decidió en 2005 regalar el nombre del Premio Nobel de la Paz sudafricano a un aeropuerto y convertirse en uno de los pocos que homenajeó al héroe anti apartheid antes de morir.