Política

Artur Mas amenaza con sacar "las urnas a la calle" en el 9-N

Artur Mas. Imagen de EFE

Artur Mas no modifica ni un milímetro sus plan para celebrar el próximo 9 de noviembre una consulta en la que preguntar a los catalanes sobre una eventual independencia de Cataluña.

Como prueba de que su plan no tiene marcha atrás, el presidente del Ejecutivo catalán aseguró que además "colocará las urnas" para que los ciudadanos puedan votar en la fecha señalada.

El presidente autonómico tiene asumido que ya que el Gobierno no cederá a la Generalitat las competencias para celebrar un referéndum, éste se celebrará de acuerdo con la ley catalana de consultas que el Parlament tiene previsto aprobar. En sesión parlamentaria, Mas respondió a la líder de los populares catalanes, Alicia Sánchez Camacho, que "efectivamente, convocaré la consulta, y se trata de consultar, ¿cómo quiere usted que no pongamos las urnas? No sé cómo se hace una consulta popular si no se ponen las urnas".

Artur Mas apuntó que ha solicitado al Congreso las competencias para poder celebrar la consulta porque al Govern "le gusta el diálogo", pero "no encontramos nadie con quien dialogar". En su opinión, hay un "muro de silencio" y en algunos caso "menosprecio" en el Partido Popular.

Sánchez-Camacho quiso dejar claro al presidente catalán "no tiene la competencia" para estos procesos y que "no puede hacerlos", al estar "fuera de la ley". Además, consideró una "incoherencia política" pedir la competencia en el Congreso sobre referéndums y al mismo tiempo decir que ya se puede convocar la consulta con la ley catalana. La líder del PP catalán pidió que el proceso "no desemboque en Ucrania".

"La paz de Margallo"

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, reclamó ayer durante una visita a Barcelona "un alto el fuego verbal, y abordar el debate con datos racionales". En este sentido, pidió "no jugar con las emociones y con aventuras que son imposibles de llevar a la práctica". García Margallo reiteró sobre una posible independencia que "nosotros consideramos que la secesión sería una catástrofe para Cataluña y sería dolorosa y perjudicial para el conjunto de España".

Así, insistió que supondría una Cataluña no reconocida internacionalmente (porque sería contraria a la Constitución) y recordó que la comunidad internacional ha rechazado la validez de la consulta de Crimea porque va contra la constitución local.

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