
"El Estado de las autonomías ha derivado en un modelo elefantiásico, insostenible en lo económico e inviable en lo político". El veredicto es de Rosa Díez, portavoz de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), y se emitió ante el Club Siglo XXI, que este lunes se reunía en el Hotel Eurobuilding de Madrid. Aunque la crítica de Díez no es nueva, la política magenta desenvainó ayer con más violencia de lo habitual: "Es un modelo incapaz, por su estructura obsoleta, duplicada e imprecisa, de garantizar el cumplimiento efectivo de los artículos de la Constitución que son innegociables, aquellos que proclaman derechos fundamentales como la igualdad, la justicia y la libertad".
La diputada nacional aseguró que este modelo fallido había acabado siendo un Estado "híbrido" con rasgos federales, confederales y centralistas. Frente a ella, en el patio de butacas, Pedro J. Ramírez, el que fuera alma mater de El Mundo, aplaudía.
El exdirector, que ha culpado al Gobierno de Mariano Rajoy y a la Zarzuela de su destitución, acudió al acto con su hija Cósima, fruto de su relación con la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada. "Una de las ventajas de estar dentro de la ballena es poder asistir a actos como la conferencia de Rosa Díez en el Club Siglo XXI. Un 10", celebraba vía Twitter el periodista riojano, que ya admitió que había votado o a PP o a UPyD, los dos partidos para quien pidió el voto su exrotativo.
Díez, mientras tanto, a lo suyo, a fustigar el modelo autonómico: pensar que serviría para integrar al nacionalismo fue ingenuo en 1978 y "ahora no hay que cometer el mismo error" ni apostar por el federalismo a la carta de los socialistas, según la lideresa de UPyD.
Pese a ello, Díez ha reconocido que el sistema "transformó" España cuando el nacionalismo identitario "reclamaba más singularidad". El problema, tal y como argumenta, es que "el nacionalismo es insaciable". Frente a ello, su propuesta: un modelo federal cooperativo, con competencias intransferibles en materias clave "para defender el interés general".