"No hay nada más poderoso en el mundo que una idea a la que le ha llegado su tiempo". Albert Rivera, impulsor de Movimiento Ciudadano, arranca con ésta cita de Víctor Hugo su primer libro, Juntos podemos, en el que desgrana su ideario. Pero, ¿ha llegado ya el tiempo de Rivera? ¿Y, sobre todo, cuál es su idea para España? EcoDiario.es entrevista al actual líder de Ciutadans (C's) para saber cómo es su salto desde la política catalana a la nacional y europea. La oferta de Albert Rivera
"Mi idea es transformar España, abrir una nueva etapa para que esta democracia joven y todavía de baja intensidad llegue a ser fuerte como Estado y como Nación", esboza. En concreto, Rivera (Barcelona, 1979) plantea cinco reformas estructurales: unos partidos abiertos, trasparentes y meritocráticos; un cambio en la Ley electoral; separar los poderes para que la Justicia no esté politizada; adelgazar la Administración pública de duplicidades, burocracias y otras cargas; y un pacto nacional por la Educación a "una generación vista". Cinco claves, cinco "candados para abrir la puerta del cambio", según Rivera.
"Ésta es mi idea y creo que muchos españoles la comparten, pero hay que cambiar las reglas de juego porque partidos tradicionales como el PP y el PSOE y grupos los nacionalistas pretenden seguir en un país decadente: o acometen reformas por las buenas, o las hacemos en las urnas", amenaza.
¿Un futuro en Madrid?
Movimiento Ciudadano es la plataforma que Rivera ha puesto en marcha para reclamar estos cinco cambios. "Si Rajoy y Rubalcaba no nos escuchan, nos plantearemos ir a las elecciones generales con este programa", subraya.
Por ahora, las encuestas y sondeos sonríen a sus aspiraciones y, además de sus éxitos en Cataluña, también concurrirán a los próximos comicios europeos. Pero el plan no acaba ese 25-M. Mientras fortifican los cinco pilares de su hoja de ruta, la plataforma (que ya tiene 55.000 inscritos) sigue arrancando hojas de su almanaque: "En junio haremos pública nuestra propuesta y se la presentaremos a Rajoy y Rubalcaba. Si nos hicieran caso y lo consiguiéramos sin saltar al ruedo, aplaudiremos. Pero somos muy escépticos: el PP y el PSOE están con el sistema porque, precisamente, este otorga el poder a la partitocracia y no la gente. No es un debate ideológico, es los de arriba contra los de abajo, y justo por eso estos partidos viejos están incapacitados para liderar el cambio".
El momento de decidir si Movimiento Ciudadano se erige como opción electoral para 2015 tendrá lugar entre otoño y finales de año. "Será entonces cuando decidamos si jugamos el partido de las generales, avisa.
¿Madrid? "Aún no lo sé, no sé si estará el movimiento ni tampoco si estará Albert Rivera", confiesa, mientras esgrime su responsabilidad en el Parlament, posibles adelantos electorales de Rajoy y Artur Mas y el cambio personal como posibles factores a tener en cuenta a la hora de dar el paso adelante. "Hay demasiadas incógnitas. Personalmente, a mi sí me gustaría estar en las Cortes Generales algún día. De momento, aunque lo pienso, no lo tengo decidido", sentencia.
Izquierdas, derechas y otros 'espinas'
Licenciado en Derecho y Máster por ESADE, este hijo de padre catalán y madre andaluza rechaza la tradicional dicotomía entre izquierdas y derechas. "Cada vez menos gente apuesta por las dos Españas, la de rojos frente azules. No podemos dividir a la sociedad en buenos y malos; y eso no quiere decir que no se tengan valores ni ideas ni convicciones. Yo las tengo, todo el mundo las tiene", asegura Rivera, quien apuesta por una transformación parecida a la de la Transición, para "poner sobre la mesa lo que nos une".
Esta tercera vía, tal y como él la define, consistiría en conjugar "lo mejor de la socialdemocracia y del liberalismo. Yo me siento cómodo en ese espacio", zanja por fin.
Respecto al problema catalán, Rivera considera que la Familia Real "no tiene que hacer política, sino seguir en su papel de arbitraje. Tanto el rey Juan Carlos I como su hijo, que también es príncipe de Girona encajan en ese papel, están preparados y son plenamente conscientes de la situación. Además, Felipe de Borbón visita muy habitualmente Cataluña y -sorprendentemente para bien- habla catalán a un nivel altísimo", confiesa este político, que -según ha desvelado- se reunió en Zarzuela con el príncipe en abril de 2013 para hablar sobre las tensiones soberanistas.
En cualquier caso, y enarbolando el modelo de Barack Obama, Rivera deshecha las estructuras de partido y tiene muy claro adonde apuntar: "Calle, redes sociales y urnas". Esa es su verdadera arena política.