
Aunque Artur Mas se está esforzando en transmitir todas las ventajas que supondría la secesión de Cataluña, la realidad es que también es consciente de los riesgos y los retos a los que se enfrentaría. Un informe del Consejo Asesor para la Transición Nacional, presidido por el exvicepresidente del Tribunal Constitucional Carles Viver Pi-Sunyer, alerta de que la independencia podría desembocar en un 'corralito' similar al de Argentina. La opinión de The Economist
"La estrategia del Gobierno español de crear resistencia y la respuesta ciudadana en Cataluña pueden llegar a crear una situación de gran inestabilidad financiera (incluida la posibilidad de un "corralito"): de hecho, esta posibilidad se usa en España para disuadir a Cataluña de avanzar en el proceso de autodeterminación" advierte el informe publicado por El Confidencial.
Sin embargo, a parte de las advertencias, incluye una detallada guía de recomendaciones para hacer frente a la oposición del Gobierno de España y a la posibilidad de la exclusión de la Unión Europea.
En el caso de que el 'corralito' llegase a producirse, el Govern debería: "Explicar y denunciar esta estrategia española; Indicar que el Estado español puede ser el más perjudicado (porque sus fundamentos económicos son peores); Invitar a las instituciones europeas a actuar como mediadoras en este proceso; y Preparar un plan de contingencia para mantener la liquidez del sistema económico, si es posible, con la colaboración de instituciones exteriores".
Otras consecuencias negativas
El informe reconoce además el "efecto negativo" que tendría la separación para Hacienda española ya que "las transferencias netas de Cataluña a España equivalen al 8-10% del PIB catalán pero sólo al 2% del PIB español".
Para gestionarlo de forma cordial proponen"ofrecer un marco institucional al Estado español que permita mantener un conjunto de relaciones de cooperación estables y constructivas. Habría que examinar la conveniencia de pactar un periodo de transición económica durante el cual Cataluña reduciría sus aportaciones económicas gradualmente".
A nivel europeo, el Consejo Asesor para la Transición Nacional prevé dos problemas. En primer lugar, a nivel político podría motivar el "efecto contagio" en regiones como Flandes (Bélgica) y el País Vasco. Por otro lado, en materia económica sería una "fuente de inestabilidad (sobre todo, debido a la falta de cooperación del Estado español) por tres razones: la exclusión de Cataluña de la UE y la creación de incertidumbre en una región importante para inversores y vendedores alemanes; la decisión del Gobierno español de crear (o amenazar con crear) inestabilidad para forzar a los Estados europeos a enfriar el proceso catalán ?de la misma forma que el Gobierno griego utilizó la posibilidad del caos para forzar su rescate-; y la intensificación de la crisis económica y política de una España sin Cataluña y, sobre todo, si el Estado español se niega a negociar con Cataluña y como resultado ha de afrontar solo las obligaciones adquiridas como titular de la deuda del Reino de España".
En esta línea, consideran que "la probabilidad de que Cataluña se autoexcluya de la Unión es mínima considerando el europeísmo ampliamente mayoritario de los catalanes. La posibilidad de una exclusión automática es, por otro lado, incierta. [...] No podemos descartar que las amenazas de exclusión hechas a priori se cumplan a posteriori".
Aún así, califican este escenario como difícil y laborioso pero señalan que "ante este supuesto: el Gobierno de Cataluña ha de insistir en el proceso democrático y pacífico que sigue; ha de girar la amenaza española y sugerir a Europa que esta exclusión sería exclusivamente debida a la posición española; y ha de explorar vías alternativas de integración en los mercados europeos (vía acuerdos bilaterales con la UE o vía EFTA)".