
La 'marea blanca', el movimiento de profesionales sanitarios que se puso en pie de guerra en contra de la privatización de la gestión de hospitales en Madrid, ya ha encontrado un nuevo objetivo de protesta: la Cruz Roja.
¿El motivo? Que la entidad se ha adjudicado el contrato del Ejecutivo madrileño para gestionar las donaciones de sangre en la región. Por este acuerdo, que entró en vigor el pasado 1 de enero, Cruz Roja se encargará de la captación y fidelización de donantes, de las campañas de donación y de la extracción extrahospitalaria en la calle y recibirá a cambio 9,4 millones de euros.
Los líderes de este movimiento ya están organizando protestas en la calle y, mientras, utilizan las redes sociales -como ocurrió en el caso de los hospitales- para difundir lo que consideran una nueva privatización encubierta de un servicio público. "La Comunidad de Madrid está regalando a una entidad privada el negocio de la sangre", es el mensaje más repetido por varios de los miembros de este movimiento.
Ante el ataque -de momento en las redes- que está recibiendo la institución, la propia Cruz Roja ha decidido hacer público en su web un comunicado detallando todos los aspectos del contrato suscrito con la Comunidad de Madrid. Según la Cruz Roja, este convenio supone "una distribución de funciones en este ámbito, para evitar duplicidades y gastos, y conseguir una mayor eficiencia (ahora existen en Madrid dos centros con las mismas funciones)", apunta la institución. El acuerdo supone además "una mejor canalización de la solidaridad, a través de un registro único de donantes, con la optimización en la gestión que esto supone", asegura la información.
La institución también ha querido salir al paso sobre el montante económico de esta concesión. "Cruz Roja no obtiene ningún beneficio económico con esta actividad. La donación de sangre es altruista, voluntaria y no remunerada. Las tarifas de los componentes sanguíneos se regulan a través de una tarifa oficial, con un doble objetivo: que no exista negocio con la sangre y que se recuperen los gastos de procesamiento para asegurar su autofinanciación", asegura la entidad.
67 euros por bolsa
Así, en el convenio se establece como objetivo que Cruz Roja extraiga 140.000 unidades de sangre anuales, "para garantizar la autosuficiencia de sangre y de esta manera asegurar el abastecimiento de la Comunidad de Madrid". La institución justifica también el cobro de una cantidad a modo de compensación:
"Como Cruz Roja no va a fraccionar y distribuir la sangre a los centros sanitarios, se ha hecho una estimación de compensación de gastos por dicha actividad, resultando un coste unitario de 67 euros por bolsa de sangre". Aquí incluye el coste de equipos y personal para realizar esta labor.