No fue hasta en su tercera intervención ante la Cámara cuando Mariano Rajoy se dignó a atender las demandas del portavoz de la "U" de CiU en el Congreso, Josep Sánchez-Llibre, para que se ocupara de "uno de los problemas más importantes que tiene hoy el Estado español", la deriva independentista de Cataluña que, como advirtió también el diputado de Unió, "puede tener repercusiones económicas". Y si la respuesta del presidente fue tan breve como inconsistente, para limitarse a decir que "no era hoy el momento de tener este debate" y demandar al diputado interpelante que "explique también al conjunto de los ciudadanos" la posición de las instituciones europeas sobre las pretensiones de Artur Mas.
"Porque lo importante es que la gente tenga una información cumplida sobre las decisiones que algunos les plantean y de las propuestas que les hacen"·
Y no dijo más Rajoy, a pesar de que Sánchez-Llibre le instó hasta en dos ocasiones a que díera una "respuesta política más allá de defender la legalidad, que defendemos pero que entendemos de de manera distinta".
En su intervención, el parlamentario catalán le recordó al jefe del Ejecutivo que la recuperación económica es frágil", que "hemos salido de la recesión, pero no de lacrisis" y que "lo que ocurre en Cataluña no es un bluf, no es una cuetión etérea, lo que ocurre en Cataluña es una realidad y más que nunca se necesita de la política con mayúsculas, más que nunca se necesita de muchísimo diálogo".
Por ello instó a Rajoy "a que esté a la altura de las circunstancias y a que a través de la política con mayúsculas y del diálogo se pueda resolver esta situación"·.
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"Tenemos las ideas claras"
Rajoy se pone duro