El ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, ha aprovechado el Agora de elEconomista celebrado este jueves en un hotel de Madrid, para, entre otros asuntos de la actualidad política, aclarar el por qué del enfado de María Dolores de Cospedal en el acto de presentación del Greco. Wert ha relatado que por "caballerosidad" cedió el turno a la presidenta de Castilla-La Mancha, cuando era a él, "por jerarquía", a quien correspondía clausurar la presentación.
La relación entre el titular de la cartera de Cultura y la presidenta de la Castilla-La Mancha, "es estupenda". Así la ha calificado al menos José Ignacio Wert, en respuesta a la polémica suscitada en los medios, el pasado martes, tras la difusión de las imágenes del acto que transcurrió en el Museo del Prado.
La descripción de esas instantáneas plasma los aspavientos de la mandataria de Castilla-La Mancha -lugar en el que se encuentra ubicado la Casa del Greco y donde se celebrarán buena parte de las exposiciones y actos que festejarán el IV Centenario de su nacimiento- en el momento que oye el nombre de José Ignacio Wert para acudir al atril, en lugar del suyo, tal y como reza el protocolo de todos los actos financiados por el Estado.
La interpretación
Estas fueron algunos de los titulares tras el suceso entre los dos dirigentes. 'El enfado' de Cospedal con Wert: le robó protagonismo en El Prado (vozpopuli); Tremendo enfado de Cospedal con Wert (El Periódico); Cospedal se pilla un rebote con Wert por robarle protagonismo (EcoDiario.es); Enfado de Cospedal con Wert: ni tu, ni yo, ni todo lo contrario (El Correo).
Cospedal y Wert no es la primera vez que coinciden en actos públicos. Si bien, éste último estaba organizado por el Ministerio de Cultura, y en este caso, el protagonismo correspondía al ministro, tal y como pretendió Cospedal, razón por la cual mostró su enfado cuando Wert le cedió el privilegio del cierre.
El protocolo español
En España, la intervención en los actos se fundamenta en un protocolo de jerarquía, razón por la cual, el primero en intervenir siempre es el que menor rango político ostenta, mientras que el último es el que más. Esta regla ha provocado más de un conflicto en algunas comunidades autónomas, como Cataluña, donde Artur Mas ha declinado asistir a los actos para no tener que hablar en público antes que cualquier ministro o Rajoy. En otras ocasiones, ha preferido ausentarse del acto.