
El exconsejero de Solidaridad valenciano y exportavoz del PP en las Corts, Rafael Blasco, negó ayer todos los delitos de los que se le acusa en el 'caso Cooperación', sobre el presunto desvío de fondos destinados al Tercer Mundo a través de ONG. Blasco declaró durante tres horas y media y se esforzó por desmentir su relación de amistad con el empresario César Augusto Tauroni, el único encarcelado en esta causa, desde hace casi dos años.
Sin embargo, le fue imposible ante las preguntas del fiscal, que le fue enseñando llamadas, SMS y correos electrónicos comprometedores. Entre ellos, mensajes en los que Tauroni pedía o enviaba información sobre subvenciones proyectos de ONG y se refería a Blasco como "el jefe", o el SMS que, ya como exconseller, envió a Tauroni: "Ánimo, que de situaciones peores hemos salido".
La acusación sospecha que la trama para obtener contratos o comisiones fraudulentamente funcionó al menos desde 1999 en las consejerías que dirigió Blasco -hasta cinco-, siempre con Tauroni como socio. Blasco no negó que presionara a los funcionarios para que aprobaran una subvención que no cumplía los requisitos, pero negó que fuera con amenazas.