Política

Mas ya no está dispuesto a negociar nada que no sea la celebración de la consulta

Artur Mas. Imagen de archivo

La negociación entre Estado y Generalitat parece imposible. Ayer, en su primera rueda de prensa del año, el presidente catalán Artur Mas dejo meridianamente claro que ya sólo está dispuesto a negociar con el Gobierno los términos de la celebración de la consulta sobre la independencia de Cataluña. No hay marcha atrás y cualquier oferta desde Madrid para negociar otros aspectos a cambio de frenar la consulta será rechazada.

"El Gobierno debe respetar la voluntad del pueblo de Cataluña que hace un año y un mes votó y nos dio un mandato muy claro, explícito y transparente sobre la celebración de la consulta y eso se debe cumplir", afirmó Mas. Ante esta situación, el president calificó la relación con el Gobierno de "tensa", pero "institucionalmente pulcra". También instó al Ejecutivo central a que acepte la propuesta de otorgar a la Generalitat la potestad de organizar consultas, tal y como tiene previsto aprobar el Parlament el próximo 16 de enero.

Ante esta posición tan extrema del president, la "discreta reunión" que tienen previsto celebrar Mariano Rajoy y Artur Mas promete ser más un encuentro de sordos que un auténtico gesto de acercamiento entre las dos administraciones. Rajoy ha dejado claro que no negociará con Mas la celebración de la consulta soberanista.

El president insistió en que la consulta "sólo se realizará en un marco legal", una frase que dibuja en el horizonte de este año la celebración de unas elecciones autonómicas adelantadas a las que tanto CiU como ERC darán carácter de plebiscitarias. Esta sería la única salida legal que le queda a la Generalitat ante la negativa del Gobierno y la previsible impugnación ante el Tribunal Constitucional de la futura ley de Consultas catalana, actualmente en tramitación en el Parlament.

Sobre la posibilidad de que el Gobierno decida suspender la autonomía de Cataluña para frenar la consulta, Mas aseguró de forma críptica que "no se lo que harán, pero lo intuyo".

En la rueda de prensa, Mas también se refirió al nuevo sistema de financiación autonómico que debería haber entrado en vigor el uno de enero de 2014 y que todavía está muy verde. "Por parte del Gobierno ha habido muy poco diálogo y muy poco trabajo" sobre el modelo de financiación, indicó. "Todavía estamos esperando que hagan una oferta, pero en Madrid parece que no hay prisa", censuró.

ERC, fuera del Ejecutivo

En las próximas tres semanas, CiU y ERC deben definir si acuden a las elecciones europeas con una candidatura única, en una especie de ensayo de las futuras elecciones autonómicas plebiscitarias o lo hacen por separado. El líder de Unió, Josep Antoni Durán i Lleida, se opone a esta fórmula, ya que teme que eso erosione todavía más el apoyo electoral de CiU y las relaciones entre los dos socios de la coalición nacionalista.

Hasta que no se resuelva ese paso, Mas no dará entrada en el Gobierno catalán a ERC, un paso casi obligado si el objetivo final es acudir juntos a las elecciones del otoño. Ayer Mas aseguró que su actual gobierno es "estable" y, por ahora, no dará entrada a ERC en él. Sin embargo, recordó que "modificar el gobierno o convocar elecciones es potestad del president".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky