Política

Análisis: Aguirre, Zaplana, Pizarro, Mayor Oreja... El PP podría recurrir a la Vieja Guardia

Mariano Rajoy y José María Aznar. Foto: Archivo

El PP empieza a ver peligrar su posición hegemónica actual, que es probablemente irrepetible (como lo es seguramente también la decadencia de la oposición, en sus horas más bajas desde el arranque del proceso democrático en los setenta del pasado siglo). Las encuestas, sin excepción, anuncian un declive notorio del PP. La última publicada por el diario.es así lo concreta. Ante este escenario, los cenáculos  políticos próximos al PP sitúan a la vieja guardia como alternativa para subsanar una debacle ante las urnas.

Las razones de la caída brutal del PP son bastante obvias: en primer lugar, la gestión de la crisis, que no sólo ha sido sumamente dura sino que ha puesto de manifiesto las malas artes de una campaña electoral conscientemente mendaz, con la que se quiso embaucar a la ciudadanía.

La blandura de Rajoy

Pero, además, el 'caso Bárcenas' y el 'caso Gürtel' han lesionado seriamente la credibilidad del Partido Popular, que se desangra, sobre todo en feudos históricos como Valencia y Madrid. Sin olvidar los efectos de desgaste que produce el poder por causas externas, como la sentencia sobre la 'doctrina Parot', que ha soliviantado -injustamente- al ala más conservadora del PP, que ha encontrado un argumento para criticar la supuesta 'blandura' de Rajoy, en las antípodas de la firmeza de Aznar.

Ante esta situación, ha comenzado a cundir cierto nerviosismo en las filas populares, acrecentada por las encuestas internas, que auguran malos resultados en las europeas de mayo del año próximo y diversos desastres en las municipales y autonómicas de 2015.

Relevante ha sido la muy divulgada encuesta realizada por el PP de Madrid que concluye en que sólo Aguirre podría salvar con garantías la alcaldía de la capital, hoy en manos de la esposa de Aznar.

Viejos nuevos

Esta sensación de inseguridad ha hecho que el PP vuelva la vista hacia personajes indiscutibles de primera línea. Además de cobrar verosimilitud la candidatura madrileña de la expresidenta de la comunidad capitalina, empieza a hablarse de la posibilidad de que Zaplana vuelva a ponerse al frente del feudo valenciano. Mayor Oreja, que en un cierto momento estuvo descartado como jefe de filas de las europeas, sería ahora el candidato idóneo... Y hasta se piensa en Pizarro como candidato a la comunidad de Madrid, si el veterano exfinanciero se ha rehecho de los desaires a que le ha sometido su partido.

En todas estas especulaciones, el calendario es fundamental. La suerte del PP depende, como es natural, de la evolución de la situación económica, percibida por la ciudadanía y con independencia de los indicadores oficiales. Si la situación mejora ostensiblemente, las estrategias electorales del tipo de las mencionadas darán resultado; en caso contrario, todo será inútil y la fragmentación del espectro complicará todavía más la salida de la crisis.

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