En el homenaje de este año que el PSOE y UGT tributaron a Pablo Iglesias, lo cierto es que le quedó muy poco protagonismo al fundador de las dos organizaciones; ambas prefirieron gastar ayer casi todo el tiempo y las palabras en defender al sindicato frente a las acusaciones de corrupción que lo cercan. La defensa, con todo, no pudo ser tan cerrada que el secretario general ugetista, Cándido Méndez, pudiera dejar de reconocer que hubo "irregularidades" en su filial andaluza.
Ahora bien, Méndez sí se afanó en limitar esos desmanes a cuestiones de gestión, y aseguró, como ya hizo el fin de semana pasado, que las acciones que se perseguían eran de "buena fe", puesto que "el sindicato tiene las raíces sanas". Por ello, Méndez instó a que no se generalice lo ocurrido en lo que consideró casos puntuales y, con ello, se deslegitime al sindicato en su conjunto.
Es más, en lo que se refiere a la causa abierta por los ERE fraudulentos, también en Andalucía, Méndez fue más allá y dejó claro que, "cuando llegue el momento procesal oportuno", el sindicato estará en condiciones de aportar toda la documentación necesaria para acreditar que "todo se ha hecho y se ha hecho, además, correctamente".
Con respecto, al nuevo frente que se le ha abierto a la central, el referente al presunto desvío sistemático de fondos que debían destinarse a formar tanto a parados como a trabajadores, Méndez no pudo hacer gala de una defensa tan convencida.
Contraste de la información
Tras conocerse, a través del diario El Mundo, las declaraciones de un afiliado de la Comunidad Valenciana que aseguró que el sindicato le dio el título correspondiente a un curso de 300 horas sin haber asistido a ninguna clase, Méndez sólo adujo que sus compañeros de la unión valenciana están aún "contrastando esa información", aunque él personalmente no se cree que esa versión se corresponda con la realidad.
Como el hermano mayor que defiende al más pequeño, el PSOE quiso ayer arropar a UGT, en un día tan señalado para ambas organizaciones. Era, por tanto, una jornada propicia para que los socialistas se mostraran paternalistas y así lo hicieron: se negaron a ver ni un atisbo de realidad en las variadas acusaciones que acechan al sindicato y, además, amenazaron con salir a defenderlo si persiste "la campaña de acoso y derribo de la derecha".
"No lo consentiremos"
Nada más que eso es lo que está sufriendo UGT, de acuerdo con el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, quien aseguró que el partido "no va a consentir" que siga adelante tal operación de la que forman parte, según sus palabras (ya que no hizo ninguna distinción), tanto la investigación por la participación en los ERE fraudulentos de Andalucía, como la referida a la emisión de facturas falsas con cargo al Gobierno de esa autonomía, como las sospechas de la financiación ilegal del sindicato en su conjunto, a través de los fondos de formación que recibe.
Entidades
UGT cobraba dos veces por mediar en el mismo ERE