El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha negado que la nueva Ley de Seguridad Ciudadana que prepara Interior pretenda poner 'una mordaza' a la sociedad y ha asegurado que su propósito es "garantizar la libertad y la seguridad de todos los ciudadanos", como habían asegurado la oposición y diferentes colectivos.
La futura Ley de Seguridad Ciudadana, cuyo anteproyecto recoge multas por manifestaciones no comunicadas, 'escraches' o concentraciones ante el Parlamento, ha cosechado la crítica de numerosas fuerzas de la oposición, hasta el punto de que el PSOE ya ha habla de recurso ante el Tribunal Constitucional e Izquierda Plural la define como "patada en la boca a la democracia".
Preguntado en el Congreso si esa ley es una "mordaza" para los ciudadanos, como le acababan de decir en el Pleno los diputados Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) y Joan Coscubiela (ICV), el presidente lo ha negado tajante: "En absoluto".
Según ha explicado, "una de las obligaciones del Gobierno es garantizar la libertad y la seguridad de todos los ciudadanos y no es otra pretensión distinta la que pretende esta ley" que prepara el Ministerio de Interior.
En todo caso, ha recordado que la nueva norma, que aún está en fase de anteproyecto y que debe pasar por los órganos consultivos antes de salir del Gobierno, será debatida en su momento en el Parlamento cuando ya sea proyecto de ley "y todo el mundo podrá dar sus argumentos".
Muchas críticas
Este mismo martes, la oposición tildaba este anteproyecto de ley de "represión ciudadana" o "patada en la boca a la democracia". También se han expresado los diferentes colectivos y organizaciones ligados al movimiento 15-M, que consideran que con el anteproyecto de Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana el Gobierno pretende "imponer la ley del miedo" y "criminalizar cualquier acto de protesta" como ya ocurría en la "época de la represión franquista".
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Así será la ley...
